Delivery Hero, dueño de Glovo, ha expresado la "incertidumbre significativa" con respecto a la capacidad de este compañía "para continuar como una empresa en funcionamiento". Asimismo, confirma que ha sellado su compromiso para proporcionar un respaldo financiero, pero de forma "limitada, tanto en tiempo como en cantidad" hasta mayo de 2025. Cubriría "las pérdidas operativas esperadas y algunas contingencias por riesgos legales", según indica la empresa en su memoria financiera de 2023 y recoge Cinco Días.

La firma catalana, fundada por Oscar Pierre y Sacha Michaud, uno de los principales operadores de reparto de comida a domicilio en España, afronta una cascada de sentencias judiciales por su modelo de contratación de autónomos previo a la entrada en vigor de la llamada ley rider, que desde agosto de 2021 establece que los repartidores deben ser considerados asalariados.

A este respecto, indica que ello puede derivar en unos costes de hasta 420 millones de euros que reconoce que podría tener que asumir en concepto de multa, la contribución no pagada a la Seguridad Social y los recargos por la demora. Un montante que Glovo, que en 2023 volvió a registrar pérdidas millonarias, no puede satisfacer.

UN MODELO LABORAL CUESTIONADO

Sobre el modelo laboral que la empresa de delivery española desplegó tras su entrada en vigor, que continúa basándose en autónomos, Delivery Hero dice que se han iniciado "nuevas investigaciones", y que, hasta la fecha, "las autoridades españolas han cuestionado la situación legal de solo algunos repartidores. Glovo está cooperando con las autoridades y defenderá el estatus de autónomo a través de todas las instancias posibles de apelación". En enero, recibió la primera sanción de Inspección de Trabajo por emplear por esta vía a 49 repartidores en Asturias.

En todo caso, la memoria financiera de Delivery Hero también señala que Glovo está "escalando hacia la rentabilidad a un ritmo rápido" y prevé que obtenga "un ajuste positivo en el segundo semestre de 2024".

El grupo alemán no especifica el detalle de las cuentas de Glovo, solo que el conglomerado en su conjunto perdió 2.300 millones de euros en 2023, pero que se coloca en un ebitda positivo de 250 millones (lo que ganaría si no tuviera que pagar impuestos, gastos asociados a sus transacciones financieras, amortizaciones...) y que su facturación ha crecido casi el 16% hasta amasar un volumen de negocio de 9.900 millones de euros, recoge El Periódico.