Etiquetado frontal: dónde estamos, adónde vamos (y lo que viene)
Horacio González Aleman -Thoffood, en colaboración con el equipo de Ontier Agrifood, analizan el sistema de etiquetado frontal y compara su aplicación legislativa en los países europeos. Por si nos parece poco, se avecina un nuevo etiquetado que medirá la 'sostenibilidad de los productos: el ecoscore.
Mucho se ha hablado en los últimos meses – y se seguirá hablando- sobre los sistemas de etiquetado frontal (FOP, en inglés) y pocas son las conclusiones que puede sacarse en claro. Vamos a intentar aportar unas pistas para esclarecer la situación, y apuntar las últimas novedades.
1. ¿EN QUÉ CONSISTE EL MODELO NUTRISCORE?
Nutri-Score es un tipo de sistema de etiquetado frontal de los envases que describe cinco clases de calidad nutricional basándose en cinco colores (verde oscuro, verde claro, amarillo, naranja y rojo) y en cinco letras (A, B, C, D y E). El color verde oscuro (letra A) representa a aquellos alimentos con una mayor calidad nutricional, mientras que el color rojo (letra E) representa a aquellos que tienen una menor calidad nutricional.
Este logotipo se basa en el cálculo de un algoritmo que fue elaborado por un equipo de investigadores de Oxford con el objetivo de regular la publicidad dirigida al público infantil, y posteriormente fue validado por la Food Standards Agency (FSA), con la puesta en marcha del sistema conocido como traffic lights (de semáforos). A partir de esta experiencia, el Consejo Superior de Salud Pública de Francia lo adaptó, completó y creó Nutri-Score.
Esta puntuación se calcula mediante el algoritmo mencionado anteriormente atribuyendo puntos según la composición nutricional por 100 gramos o 100 mililitros de producto. Para calcular el contenido de nutrientes considerados desfavorables desde un punto de vista nutricional (kilocalorías, azúcares simples, ácidos grasos saturados, sodio) se les da a cada uno de ellos un puntuación de 0 a 10 puntos según el contenido de los mismos. Mientras que en el caso de los ingredientes o nutrientes considerados como favorables (proteínas, fibra dietética y porcentaje de frutas, verduras, leguminosas y frutas oleaginosas) se les atribuye una puntuación de 0 a 5 puntos según su contenido en el alimento.
2. ¿QUÉ OPINAN LOS EXPERTOS?
La comunidad científica está dividida.
Por un lado:
• Algunos expertos consideran que se trata de una herramienta sólida,
• Que ayuda al consumidor a tomar decisiones,
• ayuda a reformular productos para hacerlos más saludables,
• puede orientar a mejorar la comunicación comercial de los productos,
• y ayuda en última instancia a mejorar la elección y la salud de los consumidores.
Por el otro, las criticas tampoco faltan:
• falta de solidez científica en el método (algoritmo), en el alcance (excepciones de determinados productos), y en que se aplica según los países.
• No comemos ingredientes. Una dieta está compuesta por multitud de alimentos.
• Genera dudas en el consumidor y confunde su elección,
• 100 g o 100 ml no es una ración.
• Demoniza determinados alimentos.
3. PERO ¿ES OBLIGATORIO EL NUTRI-SCORE?
No. El Reglamento (UE) 1169/2011 sobre la información alimentaria facilitada al consumidor establece en su artículo 35 que además de las formas de expresión de la información nutricional obligatoria (valor energético y cantidades de nutrientes), se pueden facilitar otras formas de expresión y presentación, y esto es lo que ha pasado en los últimos años: aplicación voluntaria.
Así, varios Estados Miembros han hecho uso de esta posibilidad y con el tiempo han ido adoptando modelos voluntarios nacionales:
En la práctica, la aparición de tantos modelos no ha hecho sino complicar las cosas, y carece de lógica que en un Mercado Único europeo cada país adopte su propio modelo, por ello la Comisión propuso en mayo 2020 una sola legislación en materia de FOP, anunciando para 2022 un reglamento que estableciera:
• Un solo modelo armonizado, y obligatorio.
Pero por el momento ningún país puede obligar a los productores a proporcionar esta información en la parte delantera de los envases.
4. MIENTRAS SE ADOPTA LA LEGISLACIÓN EUROPEA, ¿QUÉ PASA?
Cada país puede adoptar el modelo que mejor entiende. Es lo que pasa en España, donde el Ministerio de Consumo ha anunciado la próxima implantación del sistema Nutri-Score, siguiendo el ejemplo de Francia, Alemania, Bélgica, Luxemburgo, Países Bajos y Suiza.
Está aún por ver a qué productos se aplicaría el sistema en España, ya que el Ministerio no ha desvelado aún borrador alguno, pero se espera que lo haga en breve.
En principio sería un modelo voluntario, y de hecho algunas cadenas de distribución ya lo aplican para sus propias marcas.
Entre Ministerios hay diferencia de criterio, y podría imponerse la teoría de esperar a conocer la propuesta que Bruselas haga a nivel europeo, para después reaccionar en consecuencia.
5. …Y LO QUE VIENE. ECOSCORE
Pero no se ha cerrado aún el capítulo de información nutricional cuando se abre la puerta al etiquetado medioambiental.
En efecto, la Comisión Europea, dentro de su estrategia de la Granja a la Mesa ha empezado los trabajos para el etiquetado de sostenibilidad. Francia ya se ha adelantado y tiene en fase de proyecto piloto lo que han denominado Ecoscore, un sistema que extiende el Nutri-Score a la huella ambiental.
Esperemos que Bruselas se ponga de acuerdo en un modelo antes de que empiecen a proliferar sistemas nacionales como en el caso de la información nutricional
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