La mecha de las compras

Carrito en un supermercado / Redacción FRS
Fernando Alonso-Cortés

27 de junio 2018 - 12:15

En el último post de Brujuleando presentábamos el concepto de Mapa de Compra o Puchase Decision Journey y concluíamos que esta herramienta debe ser el input central en toda estrategia de Shopper Marketing:

En esta y próximas entregas desgranaremos las claves para sacar todo el partido a los Decision Journeys.

Para comenzar, conviene recordar que todo camino a recorrer comienza en un origen. En el caso del 'viaje del comprador', habitualmente es una necesidad y normalmente insatisfecha; la constatación de un hecho particular por parte de nuestro sujeto que le lleva a entrar mentalmente en modo comprador.

Entender este desencadenante resulta fundamental para el éxito de los planes a desarrollar, ya que nos permite:

A continuación profundizaremos en cada uno de estos aspectos con algunas claves de actuación:

Formulando la pregunta adecuada

Entender el desencadenante pasa por cuestionar la razón que lleva al comprador a iniciar su proceso de compra. No es lo mismo que se trate de una compra rutinaria para reponer un producto que se ha gastado, que una necesidad puntual originada por la intención de consumir o bien inmediatamente al finalizar el acto de compra o de manera próxima en el tiempo. En cualquiera de estos ejemplos, nos encontramos ante desencadenantes razonablemente proactivos: intenciones del consumidor que le llevan a movilizarse como comprador (o movilizar a terceros).

Si bien alternativamente nos podemos encontrar ante desencadenantes más pasivos: eventos ajenos a la voluntad del sujeto, pero suficientemente importantes como para activarle. Una urgencia o hito inesperado, una petición formulada por un tercero (un hijo, la pareja…) o también un impulso suficientemente fuerte como para despertarle la necesidad.

Estableciendo la hoja de ruta

El desencadenante también nos condiciona en cuanto a la dirección que debe seguir nuestras actuaciones.

Los desencadenantes proactivos nos llevan a una serie de reflexiones:

Los desencadenantes pasivos nos plantean una serie de retos adicionales:

Apelando a las necesidades

Por último, el entendimiento del desencadenante nos permite dejar constancia ante el comprador de nuestra vocación por darle servicio desde el mismo inicio del proceso. Y con ello, incrementar la afinidad que nuestras marcas tienen con ellos: Si mostramos empatía con la situación que origina la compra, el comprador se sentirá protagonista y estará potencialmente más abierto a abrirnos la puerta de su set de consideración.

La comunicación al comprador a lo largo del Purchase Decision Journey se basa –como veremos próximamente- en la adaptación del mensaje al micro-momento de la verdad que estemos abordando en cada fase. Por ello, en los primeros pasos tendremos la posibilidad de inspirar al comprador apalancándonos en el desencadenante. Esto nos dará más posibilidades de activarle que si le dirigimos un mensaje genérico o por ejemplo, de valores de marca solamente.

No quiero finalizar sin volver a apuntar las posibilidades que las nuevas tecnologías y el big data nos brindan. La analítica predictiva nos permite en este sentido, correlacionar desencadenantes con patrones de comportamientos históricos y con ello aspirar a mejorar el retorno de nuestras inversiones en Shopper Marketing: El estudio de casuísticas comportamentales y la capacidad de explicar su relación con ciertos desencadenantes nos permitirá desarrollar y automatizar acciones cuando detectemos se vuelva a dar aquel, de tal manera que concentremos esfuerzos en las prácticas que han demostrado mayor efectividad, evitando pruebas y errores, así como ineficiencias.

Seguiremos brujuleando...

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