Liderazgo y productividad. ¿Cómo mejoran nuestro beneficio neto?
Hemos hablado en otras ocasiones de la importancia del líder en el desarrollo de equipos, en la gestión del día a día, para promover una experiencia de compra excelente en el consumidor y para mantener la reputación de la empresa, tanto online como offline. Pero ahora quiero considerar el rol del líder en el aumento de la productividad de los empleados de la empresa y cómo eso redunda en el beneficio neto de la misma.
Recientemente ha aparecido la noticia de que los empleados a los que se les deja gestionar su tiempo en el trabajo son más productivos. Son empleados que tienen la confianza de que saben gestionar su tiempo y que lo emplean de forma eficaz para conseguir los mejores resultados en sus responsabilidades. La cultura empresarial en España se resumen en el siguiente refrán: “El ojo del amo engorda el caballo”; es decir, que si el dueño, CEO, director o jefe no está pendiente de lo que hacen sus empleados, éstos se echan a dormir y no dan 'palo al agua'.
Esta forma de pensamiento laboral da origen a las largas jornadas de trabajo improductivo por las que nos caracterizamos y también a que nos hayamos acostumbrado a que cuando no está el jefe en la oficina nos relajemos. De ahí que el trabajo en casa y las reducciones de jornadas o los esfuerzos de balancear vida privada y profesional estén costando mucho en enraizar dentro del tejido empresarial español.
¿Cómo podemos unir liderazgo, productividad y beneficio?
1. Liderazgo responsable. El líder genera confianza y apertura a la creatividad de los empleados por la cual fomenta la evaluación interna de los procesos que se llevan a cabo en la empresa para conseguir mejores resultados y, sobre todo, para conseguir que éstos estén alineados con el foco principal al cual se dirige, el consumidor. El líder coach fomenta el desarrollo integral del empleado y le permite alcanzar su mejor versión de sí mismo.
2. Autogestión de los recursos propios. A los empleados a los que se les permite la autogestión tanto personal como grupal consiguen mejores resultados por la confianza y autoestima en sus propias capacidades y además también incrementa la confianza dentro y fuera del departamento en el que se encuentren.
3. Experiencia única y exclusiva del consumidor. Empleados motivados, gestionados y liderados mediante su autodesarrollo personal y profesional inciden en que la relación con los stakeholders de la empresa sea mejor y más fructífera, lo cual hace que los propios consumidores promocionen nuestros productos o espacios para atraer nuevos consumidores que, a través de la comunicación de una experiencia de compra satisfactoria, traerán más clientes.
La productividad es fruto del estado emocional en el que se encuentren nuestros empleados y de la forma de relacionarse que éstos tienen entre sí y hacia los clientes y proveedores. Mayor productividad es conseguir más resultados y mejorar los objetivos que tenemos con los mismos recursos; y eso incrementa los ratios empresariales y hace que nuestro beneficio crezca.
“La productividad no es un accidente. Siempre es el resultado de un compromiso con la excelencia, planificación inteligente y esfuerzo concentrado”. Paul J. Meyer