¿Cómo ayudar a la fuerza de ventas a superar emociones negativas?
Nos sentimos estresados cuando tenemos una gran presión sobre nosotros, redundando en una respuesta emocional a lo que percibimos como amenaza. La fuerza de ventas está sometida a la gran presión de los números; prácticamente toda la compañía está siguiendo diariamente las cifras de venta. Estar en el punto de mira y tener visibles los resultados, puede ser una fuente de motivación, pero también de ansiedad si los datos no acompañan.
Para aquellas personas de la fuerza de ventas que sufran estrés o ansiedad, esta situación se puede convertir en una bola de nieve que repercute en su vida personal y en sus objetivos profesionales, así como en la salud y en sus relaciones con las demás personas. La clave es reconocer los síntomas y gestionarlo de manera que afecte lo menos posible a su vida.
Los procesos de coaching ayudan a la persona que sufre estrés o ansiedad a reconocerlos y gestionarlos de forma adecuada. ¿Cómo reconocerlos? Cuando sientas que no eres capaz de organizar tus pensamientos ni acciones de forma razonada, notes agarrotamiento de los músculos o bruxismo, olvides cosas frecuentemente, tienes un sentimiento de que todo te sobrepasa y quieres estar aislado de los demás, no lo dudes, estás sometido a estrés laboral. ¿Cómo gestionar tu estrés?
1. Planifica con tiempo las tareas y prioriza su importancia. Di no a todo aquello que te aleje del objetivo.
2. Date permiso para “descansar” de la actividad y dedicarte a algo que te guste y te desenfoque de la rutina diaria.
3. Mantente activo y haz ejercicio, come saludable y duerme las horas necesarias, al menos 7 horas seguidas.
Es importante destacar que tener la cabeza centrada en el objetivo y desenfocada de todo lo demás es fundamental para recomponer una situación de estrés o ansiedad. Mentalmente puedes hacer los siguientes ejercicios:
a. Escucha y observa a las personas y al ambiente en el que estás, al escuchar dejarás a un lado tu “diálogo interno”, el cual va en espiral ascendente al nivel de estrés y ansiedad.
b. Sé consciente de todo lo que haces durante el día. Repasa todas las noches lo más importante que te ha sucedido y registra aquello que consideres importante.
c. Maneja el sentido del humor (señal clara del nivel de resiliencia que tienes) de manera que transforme los pensamientos negativos en positivos.