Vender lo que haces para no tener que venderte tú
La toma de decisiones estratégicas, sobre la que hablábamos en el primer post de este blog, y la función que tiene el directivo de establecer el camino a seguir, sobre lo que tratábamos en la segunda entrada, nos llevó a comentar en la tercera las funciones estratégicas del directivo actual.
Nos enrolamos en este cuarto capítulo en la tarea de, al menos, enumerar y tratar sucintamente las que, a mi criterio, son las pautas de actuación indispensables del directivo de hoy en día. Porque sólo ante aquel que actúe como tal estaremos ante un directivo líder capaz de asumir las funciones estratégicas para su compañía, definiendo las responsabilidades de cada una de las áreas de la misma, delegando autoridad y proporcionando los medios necesarios.
Se trata de dirigir, que ya de por sí conlleva mucha dificultad. Pero no hacerlo, además, de cualquier modo, sino hacerlo siempre con criterio. Hacerlo:
- Con una clara dirección: la función fundamental del directivo es liderar la estrategia de la empresa. Las compañías necesitan líderes que estén dotados de la competencia y autoridad necesarias para merecer la confianza de su equipo.
- Con absoluta motivación: el directivo debe coordinar las reacciones positivas de los miembros de su organización e identificar las negativas a tiempo para transformarlas en impulsos positivos y evitar su acción destructora.
- Con total control: el directivo comprobará continuamente la evolución de los resultados y la ejecución de los planes, ya que puede ser necesario corregir desviaciones o cambiar los propios planes si las circunstancias así lo exigieran.
Dirección, motivación y control. La Santa Trinidad de todo líder.
Extrapolando el perfil de ese directivo que debemos ser a los criterios de los expertos en el llamado Branding Personal, el único propósito de este proceso de dirección es conseguir identificar aquello que hace valioso, útil y fiable a la persona que dirige, para ser percibido como el profesional con quien hay que trabajar. El resultado será, además de la correcta dirección, el óptimo desarrollo de su Marca Personal como líder en la empresa.
En pocas palabras: que te elijan. Y esto es aplicable en una entrevista de trabajo, en una evaluación anual o incluso en el entorno personal para ser el amigo con quien todos quieren estar o la persona a la que hay que conocer. Se trata de aprender a vender lo que haces como directivo para no tener que venderte tú.