La gamificación como palanca de Branding Corporativo

Ser directivo es un desafío constante: orientar, coordinar, liderar, conocer lo que se está trabajando... Son solo parte de las necesidades del puesto. Pero esas necesidades no se quedan ahí, todo directivo debe estar al tanto de las tendencias en el entorno empresarial y siempre listo para adaptarse a los cambios, abiertos a la innovación.

Hemos hablado en anteriores entradas de la importancia que tiene la correcta gestión de las personas para lograr superar los desafíos del día a día empresarial y conseguir, mediante la motivación y la participación de todos los que forman la estructura humana de la empresa los logros intrínsecos a la compañía. Parafraseando a Henry Ford, ser una empresa que no sólo produzca dinero para no ser una empresa pobre.

Ante estos desafíos, la gamificación, tan de moda últimamente porque cada vez cobra más importancia el Marketing de Recursos Humanos, no sólo en (Recursos Humanos) sino de (Recursos Humanos), consiste en aplicar principios y procesos de juegos en actividades que en un principio no lo son. Está técnica puede ser extrapolada a diferentes ámbitos de la empresa para conseguir conducir a los participantes del juego hacia un comportamiento concreto.

El término proviene del inglés gamification y es simple: introducir dinámicas de juegos para involucrar a los clientes e incrementar las ventas. Con esta estrategia aprovechamos los principios de recompensa e incentivos básicos de los juegos, aplicando las mecánicas propias de estos y consiguiendo que nuestro mensaje llegue de forma más duradera y eficaz.

Bien encaminada, la gamificación proporciona a las empresas un desarrollo de rendimiento y productividad. Gracias a ella, podemos aprovechar la psicología, la motivación y el diseño del juego para mejorar comportamientos en cualquier área de negocio de la empresa.

Esta otra forma de vender logra incrementar la acción e interacción de los clientes y su fidelización, consiguiendo que no sólo consuman, sino que también hablen de nuestra marca, porque al hacerles participar en procesos de juego también se divierten, y hay más opciones de que se convierta en prescriptores de nuestra marca. A nivel interno, las personas de la organización se implican más para hacer que funcione el proceso al sentirse partícipes de una estrategia basada en la imaginación, el dinamismo y el trabajo en equipo.

Concretamente, ayuda aumentar la participación de nuestros clientes y del equipo a través de estrategias online (websites, smartphones, redes sociales...) y offline (centros comerciales, parques, eventos...).