Comunicar la sostenibilidad… y no aburrir en el intento
Es importante asegurarse de que las empresas y las organizaciones cumplan con lo que dicen respecto a los criterios ESG.
Para comunicarnos, necesitamos tener algo que decir. Pero, incluso si lo tenemos, no siempre es fácil de contar. Es importante saber que una mala comunicación puede arruinar una buena gestión, pero si ésta falla, ni la mejor comunicación la puede arreglar. Sin embargo, hoy en día es todavía más complejo. ¿Qué empresa o entidad no necesita hoy que se la perciba amable con su entorno, atenta para con las personas, transparente en su forma de actuar?
Los criterios ESG están en boca de todos hoy en día, ya sea en anuncios, webs corporativas o discursos de políticos y ejecutivos. Sin embargo, la cuestión es si realmente hay algo sólido detrás de estos mensajes tan ambiciosos y cuidadosamente construidos.
Es importante asegurarse de que las empresas y las organizaciones cumplan con lo que dicen respecto a los criterios ESG. De esta forma, podemos estar seguros de que están haciendo un esfuerzo genuino por mejorar el mundo en el que vivimos y avanzar hacia un futuro mejor para todos. Incluso para las empresas que sí tienen ese fondo, no es fácil transmitirlo con la amplitud de onda que quisieran y de forma efectiva. Porque todos dicen hacerlo. Porque los mensajes se parecen entre sí. Porque hoy todas vienen a decirnos lo mismo. Y, sobre todo, porque lo que llamamos sostenibilidad no es un simple hecho, un buen producto o unos resultados excelentes que anunciar.
La sostenibilidad es una actitud. Es un compromiso. Es una manera de vivir y de pensar.
La sostenibilidad no es una moda. No es una tendencia. No es algo que podamos comprar o vender. La sostenibilidad es una forma de vida.
La sostenibilidad es respeto. Respeto por nuestro planeta. Respeto por nuestros recursos. Respeto por nuestras vidas.
La sostenibilidad es cuidado. Cuidado por lo que nos rodea. Cuidado por lo que consumimos. Cuidado por lo que producimos.
La sostenibilidad es un compromiso con nuestro planeta. Un compromiso con nuestras vidas. Un compromiso con nuestro futuro.
Es un proceso a largo plazo. Nunca hemos terminado, posiblemente nunca terminemos. No hay meta, todo es camino.
Pero ¿qué significa realmente sostenible? La definición más básica es que algo es sostenible si se puede mantener a largo plazo. Esto significa que, si queremos que nuestro mundo sea sostenible, tenemos que asegurarnos de que lo que estamos haciendo y lo que estamos comunicando sea algo que podamos mantener a largo plazo.
En este artículo, Giorgia Ortolani, de la Global Shapers Community, entidad vinculada al Foro Económico Mundial, nos ofrece una serie de consejos para comunicar sobre sostenibilidad. Y empieza avisándonos de lo complicado que resulta. Del problema que suponen la desconfianza y la desinformación. Y de la dificultad de generar un impacto positivo, frente a la facilidad de que salga a la luz lo negativo. Y aconseja:
- Seamos transparentes. Decir que estamos intentando hacer las cosas bien, no que ya las hemos hecho, y no debería darnos reparo exponer las dificultades que encontramos, y que nuestra audiencia se sienta implicada en ayudar a cambiar las cosas.
- Hagámoslo simple, basándonos en hechos y datos. Dando ejemplos con los que la gente se identifique, que lo noten en su propia piel.
- Seamos positivos. Se trata de implicar a la gente, no de asustarla.
- Diferenciémonos. Mucho de lo que se ha venido haciendo hasta ahora no ha funcionado. Por lo tanto, hagamos por pensar diferente.
- Evitemos usar el término “sostenible”. O al menos, no abusemos de él. Destaca Ortolani que la palabra se repite 10 veces de media en cada una de las webs dedicadas al tema de las 50 primeras empresas de la lista Forbes. En cambio, las firmas más reconocidas por serlo no la usan más que una vez. “Dime de qué presumes…”
Bien, después de leer este artículo, he estado repasando lo que hacemos en Esker:
- Nuestra estrategia ESG se basa en tres pilares: medio ambiente, a través de acciones de reforestación; educación, fundamentalmente apoyo a la formación de jóvenes en riesgo de exclusión social; y entorno social, mediante la colaboración en proyectos de ayuda a la infancia, a los mayores y contra la pobreza.
- La gran mayoría de nuestras iniciativas y actividades son participativas, con la intención de que clientes, proveedores y partners se involucren y vean el efecto real de lo que hacemos entre todos.
- Grande o pequeño, se trata de acciones con objetivos realistas e impacto visible y cercano a la gente.
- Nuestra aproximación a los criterios ESG parte de nuestro enfoque como empresa que desarrolla tecnología para ayudar y acompañar a las personas que trabajan en empresas. Y que lleva el respeto y protección del entorno en su propio ADN.
Quizás no está mal, pero estamos seguros de que también tenemos que mejorar. Como decíamos al principio, esto es un proceso, algo de lo que se seguirá hablando dentro de diez y de cien años. O más nos valdrá que así sea. Merece la pena intentarlo.