Medidas para frenar el desastre ambiental: lo que puedes hacer
El informe publicado en mayo de 2019 y que ha dado la vuelta al mundo, Existential climate-related security risk: a scenario approach, nos pone en alerta sobre la absoluta necesidad de concentrar los recursos de emergencia. Sus autores, David Spratt y Ian Dunlop, instan a los gobiernos a tomar medidas concretas de forma inmediata, a sabiendas de que es más una cuestión de “ponerse a ello” que una falta de medios científicos, inteligencia e ingeniería.
Estamos destruyendo el frágil equilibrio natural que nos protege de las radiaciones solares, simplemente porque nuestro modelo económico va en contra del Planeta.
Ante esto, las personas, gobiernos y las empresas deben alinearse.
Como dice este artículo de El País “Vivimos tiempos en los que es más fácil imaginar el fin del mundo que el final del capitalismo”
Sobre-explotación y mal uso de recursos naturales, sobre-emisión de gases de efecto invernadero, destrucción masiva de bosques y selvas por explotación o incendios, vertidos al agua de todo tipo de deshechos, 8 millones de toneladas de plásticos al año en los océanos….
Tal y como señala este mismo artículo de El País “El calentamiento global, al que contribuyen muchas compañías con políticas contaminantes, empieza a pasar una factura millonaria a los resultados corporativos. Muchas compañías optan por mutar y adaptarse”
En este sentido muchas empresas han comenzado a ponerse las pilas, bien por necesidad - se estima que en los próximos años las pérdidas pueden ser billonarias - o por concienciación.
La organización CDP, organización internacional sin fines de lucro que trabaja en la difusión de los riesgos y oportunidades que el cambio climático podría crear para los negocios, preguntó a 7.000 grandes compañías del mundo cuáles son los “riesgos y oportunidades” del calentamiento de la Tierra.
En el caso de España, 94% cree que existen oportunidades cambiando el modelo de negocio. Sobre todo a partir de nuevos servicios y productos bajos en carbono. Inditex, por ejemplo, entiende los beneficios de utilizar fibras que consumen poca agua. NH habla del crecimiento de los edificios verdes, BBVA de las opciones que deparan los 700.000 millones de dólares anuales necesarios hasta 2030 para crear infraestructuras sostenibles e Iberdrola se centra en las energías renovables.
Por presión del consumidor y de acciones específicas por parte de organizaciones como Greenpeace, grandes multinacionales de gran consumo como Nestlé o Coca-Cola con su proyecto Mares Circulares, se comprometen a cambiar sus envases de plásticos (y embalajes, esperemos) por materiales biodegradables. Por ejemplo, la empresa de patatas fritas, aperitivos y frutos secos Frit Ravich ha reducido 18 toneladas de plástico en 290 productos.
Las empresas pueden hacer mucho desde su poder económico y de concienciación. Esker decidió hace más de 10 años no regalar objetos que no sean sostenibles y seguir con sus iniciativas de RSC medioambientales, iniciadas con ONGs como AccióNatura o Territorios Vivos.
Este año, iniciamos una colaboración con la iniciativa Upcycling the Oceans de la empresa española Ecoalf, regalamos a nuestros clientes bolsas hechas de restos de plásticos y redes de pesca rescatados del mar, gracias a la colaboración de pescadores que permiten la retirada de 205 toneladas de basura inorgánica al año.
Pero como Ecoalf hay otras muchas iniciativas, todas válidas, y que empiezan simplemente por el hecho de recoger inorgánicos cuando vayamos a la playa. Porque las iniciativas de cada uno de nosotros son fundamentales, no podemos olvidarnos que, como consumidores, tenemos el poder. Si muchos de nosotros recogiéramos la basura que nos vamos encontrando, enseñaríamos el modelo a todos los demás y cambiaríamos los hábitos, cuidando así de la biodiversidad.
En nuestras compras de frutas y verduras, los plásticos deben desaparecer. Muchas iniciativas como la de Bolseta permiten el uso de livianas bolsas mil veces reutilizables. El reciclado es fundamental en todos los sectores industriales y a la hora de satisfacer nuestros deseos de compra. Por ejemplo, en nuestro afán por la moda, también es importante fijarse en el origen y materiales de fabricación, y que ésta sea respetuosa con el medioambiente y con las personas. Algunas webs indican cuáles son las marcas de moda sostenible, aunque lo más sostenible es comprar menos, tirar menos, intercambiar la ropa, remodelarla, comprarla de segunda mano. No faltan empresas e iniciativas para ello.
A nivel europeo florecen iniciativas como la de Zerowaste, también presente en España, para alentarnos a un consumo responsable, sin envase contaminante. Una iniciativa muy bonita de la Asociación Medioambiente Europeo, es la de Mar Sana, una plataforma de divulgación con muchos testimonios de personas famosas como Iñaki Gabilondo, Andreu Buenafuente, Carmen Posadas o Rozalén.
Otra iniciativa en nuestro país es la de Libera, que invita tanto a asociaciones o empresas, como a individuos, a participar en proyectos de recogida de basura (basuraleza) en fechas remarcadas, donde puedes combinar el placer de compartir tu tiempo libre con un turismo activo para cuidar de nuestro planeta, aliviando en cierta medida el daño que le hacemos.
Las redes sociales están repletas de ideas e inventos. Por ejemplo, este artículo recoge algunas ideas sencillas para reducir la energía que consumimos. Nos proporciona datos curiosos, como, por ejemplo, que estar con un email abierto durante 10 minutos consume más energía que imprimirlo. O que enviar 60 emails al día durante un año corresponde a un trayecto de 1000 kms en coche. Suprimir todos los emails inútiles que tenemos en nuestros buzones de correo es un pequeño gesto por el planeta. No subir nuestras fotos en el cloud, limitar el intercambio de vídeos y fotos por redes sociales, y otras pequeñas acciones que, masivamente, se notaría mucho a nivel planetario.
Unir el esfuerzo individual y el corporativo para hacer presión sobre nuestros gobiernos es la única vía para que nuestros hijos y nietos, simplemente, tengan un futuro. Cuida de tu hábitat, del de tu familia. Mañana es posible que ya no haga falta.
Archivado en
No hay comentarios