Pistas para que el 'listo para comer' triunfe en el súper
Mercadona cerró el mes de agosto estrenando su sección Listo para comer, que promete dar buenos resultados a la compañía de Juan Roig. La cadena valenciana de supermercados se ha unido así a una tendencia creciente en el sector de la distribución alimentaria: ya no solo vale con vender productos de gran consumo, sino también crear espacios de comida preparada para que los consumidores se la lleven y disfruten en sus casas o en el mismo supermercado. El Gurupo, a su vuelta de las vacaciones, ha querido opinar sobre el desarrollo y futuro de estas secciones de platos preparados para llevar, que si bien están funcionando desde hace mucho tiempo, ahora es cuando parece que están aquí no solo para quedarse, sino para ser grandes protagonistas de los supermercados.
"Las fronteras entre el retail y el food service seguirán evolucionando. La tentación del retail de quedarse una parte del consumo fuera del hogar (y viceversa) no es nueva. La propuesta de valor del retail se reinventa, se construyen modelos híbridos, los súper e híper se acercan al Cash como fórmula de llegar a más consumidores y/o de atraer una parte del mercado fuera hogar, se crean estos espacios para dar solución al consumo en la propia tienda, nuevas experiencias, nuevas formas de diferenciarse... Me parece claro que esta sección triunfará porque va a favor del consumidor y, además, será una fuente de diferenciación entre retailers. La velocidad de adaptación a las expectativas del consumidor, precisamente, será la clave del éxito", opina Antonio Janeiro, director general comercial de Nueva Pescanova.
Para José Ignacio Caballero, consejero independiente y experto en gran consumo, "el desarrollo de comida preparada en los supermercados es la consecuencia lógica de atender esa necesidad que todos los consumidores tienen de satisfacer la inmediatez". "Todos queremos todo, ahora y en cualquier circunstancia. La evolución en los supermercados pasa no por comida pre-preparada, sino en la que se cocina allí mismo y con calidad real. Auguro éxito incontestable para el que sepa dar calidad a precio asequible en un espacio cómodo y funcional", añade.
"Las tendencias de consumo van por donde van, independientemente de que las mismas nos gusten o no. Y las tiendas han de dar la respuesta adecuada a esa expectativa. No es mala idea integrar el buffet de hostelería en la tienda: sirve para comer allí mismo si hubiera un espacio para ello, para hacerlo en el parque cercano, en la oficina o para llevarlo a casa. Importante que un menú completo no sobrepase los 5 euros", dice Gotzon Elizburu, exdirector de Compras de Eroski, quien hace dos apuntes concretos: "Una exigencia: que igual que en los envasados, se indique la composición y el valor nutricional de las raciones; y una petición: que se comunique el origen de los ingredientes utilizados".
Juan López de Sagredo, director comercial de Campofrío, diferencia dos momentos de consumo de la comida preparada: la comida/cena de lunes a viernes y la del fin de semana. "Es importante tenerlo claro de cara al surtido que se debe tener", comenta. La primera, explica, suele ser más frugal y más light: "Cuando visitas ciudades como Londres o Nueva York te das cuenta de cómo son los hábitos alimenticios de las personas que trabajan en estas urbes. Todos los supermercados de conveniencia están llenos de comida preparada 'ready to eat', sopas, arroces, pastas, ensaladas o pollo. Un sin fin de 'platos del día' para comer sentado en la calle, en la oficina o para cenar en casa al salir de trabajar. En Nueva York, ves largas colas de gente en los food truc' de comida india o china que hay en cada esquina. Estos hábitos están llegando a España y, sobre todo, a las grandes ciudades", detalla.
Respecto a la comida preparada para el fin de semana, "debe ser más elaborada y más casera, ya que suele ser para disfrutar y compartir": una buena paella, arroz negro con chipirones, pollo relleno, perdiz estofada, etc. "En ambos casos -concluye- hoy la respuesta a estas necesidades la están dando la hostelería y el retail. Es verdad que ambos canales están evolucionando para adaptar su oferta a los hábitos y necesidades cambiantes de los consumidores. Para que el desarrollo de esta categoría sea más rápido es importante que la economía siga mejorando, ya que siempre es más barato llevarte un tupper a la oficina o hacerte la comida en casa los fines de semana".
Francesc Susín, director de compras en Disteco, cierra el debate, recordando que mientras en Mercadona es noticia la implantación de una sección de platos cocinados, para el resto de distribuidores ya es una sección consolidada desde hace años. "Sin ningún tipo de duda, existe un perfil de consumidor, cada vez más importante, que busca soluciones para su alimentación que pasen por emplatar en vez de por cocinar, usando diferentes modelos de compra, desde el comercio tradicional, el súper o el online con servicio a domicilio, además para consumo relativamente inmediato", afirma.
"Cuando Florette hará 5 o 6 años lanzó las ensaladas en barqueta, con parte de sus ingredientes en una bandeja interior, y con tenedor incluido, costó un poco al inicio pero en menos de un año ya lanzaban nuevas variedades. Recuerdo que el target objetivo era para un consumidor ocasional o de conveniencia y que al poco tiempo ya nos indicaban que el mayor consumo de estas nuevas ensaladas se realizaba en los hogares. Cualquier solución en platos acabados, bien resuelta en cuanto a calidad, variedad y precio, dificilmente no va a ser bien acogida por el consumidor. Empresas exclusivas y consolidadas de esta categoría como Casa Mas o Bo de debó son un claro exponente del potencial actual y futuro de esta categoría en la que una gran parte de fabricantes de otros productos miran de estar presentes en ella", concluye.