Juan Roig y la 'mercadonitis aguda' que hay en España

No falla cada mes de marzo en el sector del gran consumo español el debate sobre los resultados del último ejercicio de Mercadona. El gigante de la distribución alimentaria en España siempre deja su sello, en una sucesión de cuentas positivas que pocos años decepciona. Es normal que Juan Roig logre que sus competidores frunzan el ceño ante sus números... Es normal que la 'mercadonitis aguda' vaya en aumento... Una semana después de conocer las cifras de la cadena valenciana de supermercados, el Gurupo analiza las razones del éxito, pero también saca punta a aquellos aspectos que no convencen de Mercadona. Vamos con ellos.

Andreu Galindo, director comercial en Grupo Codorníu, habla de un "ante y un después" en la distribución española con Mercadona: "Es evidente que han marcado tendencia y que muchos competidores intentaron primero imitar su estrategia, sin demasiado éxito por cierto, y después la mayor parte vio que era más inteligente la diferenciación (aleluya), pero sin poder evitar el crecimiento sostenido de la empresa valenciana, que gana cuota año tras año".

Galindo señala varios puntos fuertes de Mercadona como su estrategia clara, su ejecución impecable, sus equipos profesionales, su ambición y su vocación de crecimiento... "No obstante, también tiene puntos débiles a mi criterio: surtido corto, que condiciona la libertad de elección; categorías con poco desarrollo respecto a su cuota global; internacionalización incipiente...". "Bien es cierto que son capaces de hacer autocrítica y cuestionar cualquier aspecto que consideren necesario, sin que los resultados, normalmente positivos, les lleven a relajarse. Los cambios hay que hacerlos cuando se puede, no cuando se quiere; puesto que a veces es tarde. Y en esto también destacan notablemente", señala.

Tira de su propia experiencia Jesús Pérez Canal, consejero en Martin Martin y en Iberconsa, a la hora de referirse a Mercadona: "Afortunadamente, los síntomas ya van remitiendo, pero confieso que durante años y años compitiendo con ellos en primera línea de infantería, sufrí muy penosos periodos de mercadonitis aguda, con largos episodios de intensos dolores principalmente localizados por la zona del margen bruto. A lo largo de esa época, el día que Mercadona presentaba sus cuentas anuales estaba marcado en el calendario como uno de los más duros y jodidos del año por dos motivos: 1) Porque sus cuentas eran siempre mejores que las nuestras. 2) Porque ponían en evidencia, con toda su crudeza, el fantástico catálogo de todas mis incompetencias". Pérez Canal señala que los datos de 2017 son "envidiables" y destaca la idea de Juan Roig "de meter gas a un potente plan de inversión para reformar su red hacia un nuevo modelo de tienda que, analizando con profundidad sus nuevos pequeños grandes detalles, parece una magnífica respuesta al futuro".

"Siempre me ha impresionado cómo Mercadona consigue que lo difícil en este negocio de la distribución parezca fácil y sencillo. En 2017 los consumidores le han gratificado con sus compras, señal de una muy buena propuesta comercial; pero con unos resultados que son los peores de los últimos años. Veremos cómo trabaja ahora su nueva tienda online, seguro que con éxito", dice Gotzon Elizburu, exdirector de Compras de Eroski. Y añade: "Lo que no compro de las declaraciones del señor Roig (segunda familia más rica de España) es que consumidores, empleados, proveedores, la sociedad, todos ellos, están antes de la retribución al capital; al menos con un reparto equitativo del valor añadido generado en la cadena. Como decía mi abuela: la única manera de hacerse 'muy millonario' es a costa del trabajo de muchos otros".

Para Juan López de Sagredo, director comercial de Campofrío, esa estrategia basada en los cinco pilares (jefe, trabajador, proveedor, sociedad y capital) y en una ejecución perfecta hace que Juan Roig sea un "visionario y un gurú de la industria del gran consumo". También destaca la comunicación interna, "sencilla y siempre la misma" para conseguir que los comportamientos de todos los que trabajan en la empresa sean fiel reflejo de dicha estrategia. "Más de una vez he escuchado en sus oficinas que una de las claves está en hacer bien las tareas sencillas, todos los días y por parte de todos (abrir las tiendas a su hora, las estanterías llenas de producto y ordenado, los precios bien señalizados, las cajeras en su sitio, el local limpio...) para que el 'jefe' (el consumidor) esté satisfecho. Fácil decirlo y muy difícil conseguirlo...", apunta.

"Me produce una 'envidia sana' a nivel profesional el ver una organización donde sus 84.000 trabajadores saben que su salario no se lo paga Juan Roig, sino que se lo paga 'el jefe'. Esta forma de pensar es la que deberíamos de tener todos para triunfar. Jack Ma, dueño de Alibaba, dice que el éxito y la rentabilidad no son un objetivo en sí mismo, sino la consecuencia de focalizarse en los consumidores y los empleados. Mercadona así lo demuestra", concluye.

Paco Borrás, subdirector general de Anecoop, afirma que en Mercadona son unos "cracks" y resalta sobre todo dos aspectos: el enorme grado de implicación que Juan Roig consigue de su gente y la sencillez de sus estructuras en la cadena alimentaria en comparación a otros modelos de detallistas.

José Ignacio Caballero, consejero independiente y experto en gran consumo, cierra el debate destacando que "Mercadona cumple lo que dice y así no defrauda a nadie. "Chapeau por la inmejorable política de comunicación que maneja desde hace muchos años y la 'influencia' que ejerce en todos los ámbitos de nuestra sociedad. Si os dais cuenta, nadie habla de los efectos colaterales negativos que provoca en España el éxito de Mercadona (que los hay), señal inequívoca de la coherencia y contundencia con las que se maneja", concluye.