Plástico: leyes y conciencia hasta la autorregulación
Se habla mucho del plástico este año en el sector del gran consumo. Llegan nuevas medidas regulatorias, los retailers hacen movimientos interesantes y los ecologistas reclaman más medidas para reducir el uso de este material en los supermercados. Preguntamos al Gurupo sobre esta cuestión para ver como se está respondiendo, bien o mal, ante este nuevo reto. Estas son las reflexiones.
"La palabra 'regulación' suele tener una connotación negativa. Lo ideal es que los detallistas 'reclamasen' a sus proveedores lo que los clientes de ambos -los consumidores- exigiesen", indica Antonio Agustín, consejero y escritor experto en distribución, que señala que la responsabilidad recae hoy especialmente sobre la administración, "que debería empezar a legislar con ideas precisas y rigurosas ante la falta de proactividad de la industria y de la distribución en general y el pasotismo de los ciudadanos".
"Todas las cifras que se publican sobre residuos y falta de reciclado dan a entender falta de conciencia y sensibilidad por parte todos: proveedores, distribuidores y ciudadanos. Al diseño ecoeficiente de los proveedores (es decir, que reduzca al máximo los residuos y permita al máximo el reciclado), ha de seguir la exigencia de los detallistas de eliminar progresivamente las bolsas de un solo uso y recoger ordenadamente los embalajes y sobreembalajes de las mercancías que reciben. A los consumidores finalmente les queda el compromiso de tirar los restos donde corresponde: no donde les dé la gana (ni en los arcenes de las carreteras ni en las calles) y sí en el contenedor que corresponda. No nos jugamos el buen aspecto de las calles, sino el futuro de la Tierra. Legislación y campañas de concienciación hasta la lógica autorregulación", analiza Antonio Agustín.
Gotzon Elizburu, exdirector de Compras de Eroski, se pregunta: "¿Tienen que llegar las normas legales para actuar sobre el plástico (y sobre otros aspectos relacionados con la salud o el medio ambiente)?". "Vivimos en un entorno donde si no nos obligan, hacemos menos de lo que debemos y podemos, y ya hoy en día eso no es una opción. Los consumidores exigen y actúan con información y sin esperar a la muy lenta adecuación de las normativas al respecto. Debemos tener la máxima ambición y eliminar todos los envases superfluos, especialmente plásticos, y también el resto de sobreembalajes de los productos, demasiadas veces utilizados sólo como soportes de marketing y no como necesidad para el producto", explica.
Paco Borrás, ex subdirector general de Anecoop, recuerda que en febrero fue hallada una ballena muerta en Murcia y que a principios de abril se comunicó que su muerte había sido por ingestión de plástico. "La semana pasada se repitió en Tailandia y se concretó que eran bolsas de plástico la causa directa", añade. "Aunque el anuncio de Lidl tenga razones de imagen, porque probablemente en lo que compramos cada día y ponemos dentro de esas bolsas puede que haya tanto plástico como en ella, creo que es una buena decisión para la concienciación general sobre el tema. A la industria le toca investigar rápidamente sobre cómo usar más materiales reciclables, a la administración legislar sobre el tema de forma global y a la sociedad elevar por todos los medios la sensibilidad hacia el tema de la sostenibilidad desde todos los puntos, y probablemente el mejor sea empezar por la formación de los niños", afirma.
Francesc Susín, director de compras en Disteco, apunta que la palabra 'plástico' genera inmediatamente un "pequeño sentimiento de culpabilidad". "Digo pequeño porque no nos podemos sentir culpables del plástico en general, ya que convive casi en todo nuestro entorno y día a día, además facilita lo cotidiano. Sí que nos debemos sentir culpables de lo que toda esta 'comodidad' genera. Dicho esto vamos a ver cómo se substituyen de forma eficiente los envases en los lineales, botellas, garrafas, bandejas, blisters, skins pack, doys pack, pvc’s, pet, etc etc... Al final las iniciativas por parte de la distribución van en la reducción o suspensión del plástico que la distribución añade a la cadena, bolsas y más bolsas, que pemiten que el cliente se lleve todo el resto de plásticos alimentarios a casa", analiza.
Y concluye: "Sin duda todos tenemos un gran ejercicio a llevar a cabo en la reducción del plástico en los miles de envases distintos y paralelamente no dejar de insistir en el consumidor, como final de la cadena, en el compromiso particular que tiene con el medio ambiente y el mundo futuro que vamos a dejar a nuestros hijos".