Jaume Rodriguez: león de invierno
El nuevo post de Antonio Agustín en Food Retail & Service es sobre una de las grandes figuras de la distribución española. El histórico presidente de la central de compras Euromadi ha sido relevado recientemente por su hijo José María Rodríguez Monteys.
Son varias las personas que me han sugerido que escribiese este artículo. Esto, además de dar ya alguna pista, es especialmente bonito y motivador. Sigo este sector desde hace más de treinta años y recuerdo perfectamente la fusión entre Coop, Spar y la Selex de Jaume Rodriguez. Ya entonces era “prota” y hoy sigue siendo parte esencial del paisaje.
Ya entonces, Jaime -Jaume- tenía el aspecto grave de persona responsable, seria y adulta. Su trayectoria profesional -no podía ser otra- había pasado por ejercer primero de responsable de Compras en uno de los grandes mayoristas de Catalunya, Coaliment -hoy Covalco-.
Jaime aprendió rápido y bien e interpretó la que se nos echaba encima: concentración y concentración. Favoreció la entrada de empresas -en especial catalanas- y se esforzó en hacer más grande la central a nivel europeo con la integración en EMD Internacional.
Auténtico “arquitecto”, dicen algunos que empezó a organizar con mano firme y segura los cimientos de la Euromadi de hoy: 130 socios, 15.000 puntos de venta, 27.000 millones de facturación en España. También es defensor de un “liderazgo de conocimiento” en una época que el retail funcionaba a tracción de volumen de compra.
Una característica que le marca: la actitud constructiva y voluntad de acuerdo. Vocación de limar positivamente las diferencias…
También ha sabido conjugar muy bien el ocio con el negocio haciendo crecer sanamente a éste a partir de la buena mesa y organización de viajes de placer en los que la relación personal pasó a robustecer la puramente empresarial.
Los grandes del sector lo reconocen como tal. Los que hemos ido desgranando en otros artículos anteriores como Javier Campo, Javier Robles, Antonio García de Castro, Joan Roig o Ignacio González, así lo han reconocido. Y desde el otro lado también lo aprobarían Federico Riera Marsá, Valentín Alvarez o Luis Irisarri…
Dicen que es un excelente amigo y que en la familia le reconocen también su tarea de esposo entregado y padre a tiempo parcial.
Su marca personal ha sido siempre el traje, la corbata, la seriedad y el cigarro habano. Nunca ha rechazado un saludo, lo aseguro, si bien casi siempre acompañado de discreción. Cuando se le ha pedido colaboración para hablar de retail y de construir proyectos en él, ha estado siempre a disposición. En mi caso, recuerdo que también me ayudó a crecer sometiéndose pacientemente a un extenso cuestionario anual sobre el sector.
Jaime ha llegado a lo más lejos. En lo profesional, por haber sido excelente ejecutivo y gestor; en lo empresarial, por haber acertado en el tema y multiplicado los panes y los peces con diligencia. Lo propio de un buen administrador. Lo de “trabajar duro”, aunque se sepa, se le supone. Sin eso es imposible avanzar.
Dicen de él que es respetado no solo en España sino también en Europa. Ha sido uno de los grandes modernizadores de la distribución comercial, especialmente catalana, de su tiempo y ya solo por eso merece un punto de más.
Lo que más nos gusta y llama la atención de él es su discreción -no sabemos si esconde también algo de timidez- y escaso afán de protagonismo, cuando lo más habitual es pelearse por salir en páginas de periódicos y medios de comunicación.
Aun así, si tuviese dibujar el perfil del sector como si fuera el de una gran ciudad, la silueta de Jaime -seguramente con puro- destacaría con algo de humo sobre las demás.
Antonio Agustín
Food Retail & Service
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Mensaje de Jaime Rodríguez en el 25º aniversario de Euromadi, en 2018.