Pruebas más tempranas, más fáciles y más rápidas: tendencias en el análisis de la calidad y la seguridad de los alimentos para 2022

Attilio Focarete, Director General de PerkinElmer en España, Italia y Portugal.

La seguridad alimentaria, una de las primeras prioridades del consumidor postpandemia / Archivo
Firma invitada

21 de febrero 2022 - 16:02

La Covid-19 ha representado un gran desafío para la industria alimentaria y ha cambiado el paradigma, siendo 2022 un año en el que las pruebas de seguridad y calidad de los alimentos seguirán siendo realmente importantes para la integridad de la cadena alimentaria mundial, y desempeñarán un papel crítico en el cumplimiento de las regulaciones, en el mantenimiento de las líneas de procesamiento de alimentos y en la satisfacción de las necesidades de los consumidores.

Este nuevo año también trae consigo nuevas tendencias que habrá que observar y aprovechar en las pruebas -desde la granja hasta la planta de procesamiento-, incluyendo test más tempranos, rápidos y portátiles, flujos de trabajo automatizados y una mayor facilidad de uso.

Por un lado, el uso cada vez más frecuente de instrumentos de infrarrojo cercano (NIR) e infrarrojo (IR) ofrece soluciones portátiles, fáciles de usar y robustas que proporcionan resultados fiables con rapidez y permiten una toma de decisiones más acertada en puntos importantes y tempranos de la cadena de producción. En los puntos de recogida de la leche, por ejemplo, los sencillos analizadores basados en infrarrojos producen resultados en tiempo real sobre el contenido de grasa y proteína y permiten la detección de adulterantes en sólo 30 segundos. Esto permite tomar decisiones in situ sobre la calidad y la seguridad del producto, así como las relacionadas con el precio y pago.

Incluso las tecnologías analíticas de alta tecnología están encontrando su camino fuera del laboratorio. Actualmente existen instrumentos de cromatografía de gases (GC) fáciles de usar, rápidos y portátiles, cuyas aplicaciones se multiplican rápidamente.

Este tipo de soluciones no sólo permiten que personal no técnico realice análisis precisos fuera de los laboratorios tradicionales, sino que también identifican los factores de calidad y riesgo de los ingredientes antes de que entren en la cadena de procesamiento.

Por su parte, también se prevé que en los próximos meses el uso de tecnologías de ensayo automatizadas en las pruebas de alimentos y bebidas siga creciendo. Al automatizar los pasos del proceso de análisis que requiere mucho tiempo y trabajo (como en el caso de la preparación de las muestras) se agilizan los flujos de trabajo. Además, estas tecnologías automatizadas ayudan a reducir las posibles fuentes de error humano y los tiempos mientras se esperan los resultados del laboratorio.

Pero, junto con la mayor potencia y sofisticación de las tecnologías de ensayo y análisis, la facilidad de uso y el menor mantenimiento son también una necesidad. Los analizadores sencillos, el software cada vez más intuitivo y las interfaces más fáciles de usar seguirán siendo una tendencia este año. Al simplificar las pruebas analíticas, pueden ser los operarios de las plantas quienes realicen más fácilmente muchos de los análisis necesarios, sin tener que involucrar a científicos altamente capacitados. Además, la última generación de software ofrece resultados fáciles de interpretar, lo que permite tomar decisiones sin necesidad de una amplia formación en la materia.

Aunque a veces se pasa por alto, la facilidad de reparación es y seguirá siendo clave. El diseño cada vez más inteligente de los instrumentos no sólo ayuda a reducir la frecuencia del mantenimiento, sino que, como consecuencia de lo anterior, el tiempo de inactividad de los mismos durante las reparaciones disminuye notablemente. Esto conduce a un mayor tiempo de actividad, a un menor coste de operatividad y a una menor interrupción de la producción cuando los resultados de las pruebas son vitales para mantener una planta o línea en funcionamiento.

Con la reducción de costes y la mejora de la eficiencia, así como el cumplimiento de las exigencias normativas y de los consumidores, es primordial también poder obtener y aprovechar los conocimientos sobre seguridad, calidad y rendimiento de los procesos.

La automatización, la supervisión del proceso y la simplificación de las pruebas ayudan a crear alimentos más seguros, sostenibles y nutritivos – así como rentables para los productores. A su vez, los proveedores de instrumentos y soluciones para el análisis en el sector deben continuar a innovar para crear pruebas rápidas, precisas y fáciles de usar. Esto seguirá ayudando a los productores de alimentos a hacer lo que mejor saben hacer: fabricar alimentos asequibles, sabrosos, nutritivos y seguros, sin tener que ser químicos analíticos.

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