Los 5 grandes rasgos distintivos del consumidor en la era postCovid
La pandemia de Covid-19 ha creado un nuevo consumidor con cinco rasgos definitorios: se preocupa por su salud y la nutrición, escoge alimentos producidos en España, vigila su presupuesto, apuesta por la comida casera y consume cada vez más en tiendas locales, repartiendo sus compras.
Tras el impacto inicial de los meses de encierro, el consumidor se está readaptando a una situación atípica de confinamiento intermitente que amenaza con prolongarse. En consecuencia, sus comportamientos han cambiado, y también sus hábitos de consumo y cestas de la compra.
Hemos identificado los cinco grandes rasgos distintivos de un consumidor postCovid todavía no mayoritario, pero sí en ascenso. Todos ellos pueden resumirse en uno solo: es más consciente de sus decisiones y exigente con los productos que escoge.
1.-Se alimenta para cuidar su salud
Gracias a una mayor divulgación por parte de los medios de comunicación y las redes sociales, empieza a ser consciente de que una buena alimentación influye decisivamente en su salud y en la de su familia.
Según la agencia de estudios de mercado Mintel, el principal motivo (59%) por el que los consumidores añaden superalimentos a sus dietas son la salud y el bienestar. Un 70%, además, prefiere los productos naturales que aportan beneficios a la salud antes que los procesados enriquecidos.
Prueba de ello es que durante las primeras semanas de marzo las búsquedas en Google que contenían las palabras clave “alimento”, “inmunológico” o “sistema” se multiplicaron. El éxito de apps como Yuka (con un millón de descargas) o de perfiles en redes que analizan el impacto en la salud de cualquier producto alimenticio, es también fiel reflejo de este fenómeno.
Además, el consumidor no sólo busca comer mejor para protegerse de enfermedades infecciosas; asimismo está muy concienciado con la obesidad, que deriva en otras muchas patologías. Por ello, en los últimos meses ha dado un vuelco hacia alimentos naturales, sanos y muy versátiles en la cocina.
Las cestas de la compra se llenan cada vez más de alimentos con grandes propiedades para la salud: huevos camperos, cereales integrales, legumbres, aceite de oliva virgen extra, pescados azules –como el salmón, el atún, la sardina- frutos secos, pan integral o de masa madre, frutas (destacan los frutos rojos, como los arándanos, aunque también los aguacates) y, por supuesto, verduras y hortalizas de temporada.
2-El nuevo consumidor se preocupa por el origen
Un porcentaje significativo de españoles asegura que ahora se fija más en el origen y trazabilidad de los productos y quiere apoyar los alimentos (y productores) sostenibles con origen en España.
Ya antes de la pandemia un 70% de consumidores españoles consultaba su etiquetado, según el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación; ahora este gesto se ha acentuado. En particular, el comprador actual trata de averiguar el origen de los productos frescos y “dónde y cómo fueron obtenidos”. Elige aquéllos bien producidos, porque le dan mayores garantías. Empresas como Pazo de Vilane, la empresa decana española de huevos camperos, lo ha constatado.
“Nuestros usuarios en redes tienen una curiosidad creciente por los detalles de la cría en libertad de nuestras gallinas. Cada vez quieren conocer más: desde sus costumbres y comportamientos hasta la composición de su alimentación; también indagan acerca de cómo afecta a la calidad nutricional del huevo campero tanto el pastoreo diario como nuestros protocolos y cuidados. Esto era casi impensable hace unos años”. asi impensable hace unos años”.
3-Tiene cuidado para “no pasarse” del presupuesto
El nuevo consumidor se está ciñendo a un presupuesto y haciendo análisis en cada decisión de compra con varios criterios en mente: calidad, precio, salud y sostenibilidad.
La crisis económica asusta y se tiende al ahorro. Por eso se escogen productos que tengan una alta relación calidad-precio.
La ecuación suele solventarse eliminando de la cesta productos que se consideran superfluos o procesados, y primando los básicos (huevos, frutas, verduras, legumbres, carnes, pescados, cereales…) con los que se puede alimentar a más comensales de forma sana.
4-Apuesta por la comida “casera”
Y en un doble sentido: casera porque se come en casa, y casera porque se cocina de la manera tradicional.
Los planes de trabajo y ocio se han reorganizado: las personas que conviven en los hogares pasan más tiempo juntas, tanto por el teletrabajo como porque se han limitado los “afterwork” y muchos encuentros de fin de semana.
Un 48% de españoles –el más elevado de toda Europa- “ha cocinado más” en casa en los últimos meses, huyendo de comidas preparadas o procesadas, y un 24% ha comprado más frutas y verduras. La consultora Kantar ha calculado que se han generado casi 11 millones de comidas nuevas a la semana en el hogar.
“Notamos que el interés por la cocina de siempre se ha disparado. Se buscan recetas tradicionales, hechas con ingredientes básicos como el huevo campero, apunta Piedad Varela-Portas, directora de Comunicación y Marketing de Pazo de Vilane. O sea, las mismas que preparaban nuestras madres o abuelas con tanto cariño… Porque se han dado cuenta de que nutren mejor y engordan menos que cualquier plato procesado o precocinado, y además cunden para dar de comer a toda la familia”.
5-Aumentan las compras en el barrio
El hecho de que los consumidores estén más en casa y cocinen a diario les ha llevado a comprar más a menudo productos frescos. Los confinamientos intermitentes de barrios en ciudades grandes o de pequeños municipios han propiciado que las compras sean ahora más locales y repartidas a lo largo de la semana.
La tienda de proximidad cobra protagonismo y el pequeño tendero gana peso como recomendador de marcas o productos.
Por tanto, empresas de alimentación y tiendas tradicionales que den importancia a la calidad, origen y sostenibilidad de sus productos pueden tener un largo camino de crecimiento por delante.
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