La integración del supermercado en las zonas de bajas emisiones de las ciudades

María Martínez-Herrera, responsable de Medioambiente en ASEDAS. Ya sea dentro de los ZBE como en otras zonas no incluidas en esta denominación, el supermercado posibilita a los ciudadanos un acceso sostenible a la alimentación.

La integración del supermercado en las zonas de bajas emisiones de las ciudades / Redacción FRS
Firma invitada

24 de noviembre 2021 - 17:27

Las Zonas de Bajas Emisiones (ZBE) son el ámbito delimitado por una Administración Pública, generalmente ayuntamientos, en el que se aplican restricciones de acceso, circulación y estacionamiento de vehículos para mejorar la calidad del aire y mitigar las emisiones de Gases de Efecto Invernadero (GEI).

La Ley 7/2021 sobre de Cambio Climático y Transición Energética recoge que antes de 2023 todos los municipios de más de 50.000 habitantes (20.000 si la calidad del aire lo requiere) deberán tener planes de movilidad urbana sostenible coherentes con los Planes de Calidad del Aire recogidos en el RD 102/2011. Uno de los instrumentos con los que se cuenta es, precisamente, el establecimiento de Zonas de Bajas Emisiones. Relacionado con ello, la Ley establece objetivos destinados al fomento de una movilidad sostenible.

En este marco legislativo, cabe preguntarse cuál es el papel del comercio y, en concreto, de la distribución alimentaria y cómo se integra ésta en las ZBE. El supermercado de proximidad está en posición de contribuir a alcanzar los objetivos que se buscan con la ley sobre clima y movilidad y, de hecho, puede ser considerado una herramienta con la que los ayuntamientos cuentan para avanzar hacia una movilidad sostenible en el centro de las ciudades y en los barrios. Ya sea dentro de los ZBE como en otras zonas no incluidas en esta denominación, el supermercado posibilita a los ciudadanos un acceso sostenible a la alimentación.

En relación con los objetivos de la Ley de Cambio Climático y Transición Energética, influye en los siguientes aspectos:

El supermercado de proximidad está en posición de contribuir a alcanzar los objetivos que se buscan con la ley sobre clima y movilidad y, de hecho, puede ser considerado una herramienta con la que los ayuntamientos cuentan para avanzar hacia una movilidad sostenible en el centro de las ciudades y en los barrios

La importancia de la distribución alimentaria de proximidad ha sido una evidencia durante la pandemia, cuando las personas han tenido la tranquilidad de contar con la posibilidad de hacer una compra completa, variada, de calidad y a precios competitivos muy cerca de sus casas, sin necesidad de alejarse de sus lugares de residencia. Esta ventaja social lo es también medioambiental. Cabe añadir a la compra que se hace en los supermercados el adjetivo de “sostenible” en muchos aspectos y también en el de la reducción de emisiones en los centros de las ciudades.

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