La sostenibilidad, elemento clave en la Experiencia del Consumidor para 2020

El consumidor está dispuesto a pagar más si sabe que su compra generará un impacto positivo en la comunidad a la que pertenece, y la industria alimentaria tiene altas implicaciones ecológicas y socioeconómicas.

En el terreno de la alimentación esto se traduce en el impacto socio ambiental de sus decisiones, la ética ecológica y el apoyo local, que impactan cada vez más fuerte en la decisión de compra de los productos alimenticios.

En este contexto, los nuevos consumidores comparten información, investigan, preguntan y dejan sus opiniones y exigen a las compañías contar con los datos necesarios para tomar una buena decisión de compra. Contar con estos datos, determina el nivel de confianza y credibilidad que depositan los consumidores en una marca o producto.

Ahora más que nunca hay que tener en cuenta que los nuevos consumidores exigen un compromiso ético y sostenible y tienen una herramienta para comprobarlo, la transparencia del search en cualquier momento y lugar. Y la denuncia o aprobación mediante el share. Por esta razón, es importante que los fabricantes de alimentos y bebidas identifiquen claramente el sistema de producción, las cadenas de suministro y la apuesta por un packaging responsable.

Los consumidores quieren transparencia en los alimentos que consumen. Esto significa: etiquetas cortas y simples con ingredientes familiares para ellos, con información rápida y útil para tomar la elección más saludable (y sostenible).

Por lo tanto, la experiencia del consumidor estará marcada por estas claves, que deberán ser tenidas en cuenta a la hora de abordar, no solo la comunicación, sino la puesta en escena de toda la cadena de la producción alimentaria, que deberá ser capaz de visibilizar que sus procesos son amigables con las comunidades y el medio ambiente.