¿Qué pasa en la citricultura española?
El experto en el sector Paco Borrás analiza los cambios que ha vivido la citricultura en los últimos años, incluida la entrada de inversores externos en grupos que solían tener un carácter familiar o asociativo
A lo largo del siglo XX se han producido grandes cambios en la citricultura española. Y, especialmente durante las últimas dos décadas, el ecosistema citrícola en España ha vivido una transformación sustancial, tanto en producción como en comercialización.
EVOLUCIÓN DE LA PRODUCCIÓN
Respecto a la producción, merece la pena destacar que la superficie se ha mantenido, alrededor de 275.000 hectáreas, aunque en las últimas dos décadas la productividad ha aumentado cerca de un 20%, fruto de la modernización de las explotaciones y los cambios varietales. Los cambios más significativos en la fase de producción son:
- El número de explotaciones citrícolas ha pasado de 184.485 a 78.023. Es decir, han desaparecido 106.462. En su mayoría eran explotaciones de menos de media hectárea. Por lo tanto, ahora con muchas menos explotaciones se gestiona la misma superficie. Se puede concluir que en España se ha producido un incremento del tamaño de las explotaciones citrícolas.
- La ubicación geográfica de las explotaciones ha cambiado, ya que han ido desapareciendo explotaciones y hectáreas en la zona históricamente más importante que era la Comunitat Valenciana y se han trasladado fundamentalmente a Andalucía y a Murcia. En España se ha producido una deslocalización de la producción citrícola. Nos lo muestran los siguientes gráficos.
EVOLUCIÓN DE LA COMERCIALIZACIÓN
En 1994, había registradas 773 empresas en España que exportaban cítricos (641 eran comercios privados casi en su totalidad de ámbito familiar y 132 cooperativas). Actualmente quedan aproximadamente unas 270 empresas (220 privadas y 50 cooperativas). Por tanto, han desaparecido dos tercios de las empresas. Y, teniendo en cuenta que durante ese periodo la producción de cítricos ha aumentado, podemos concluir que se ha producido un proceso de concentración y aumento de la dimensión de las empresas comercializadoras.
Dicha evolución ha mantenido la ubicación geográfica de la comercialización prácticamente intacta ya que el conjunto de las naranjas y mandarinas se comercializan desde Castellón y Valencia y el de los limones y pomelos se realiza desde Murcia y el Sur de Alicante. Ha habido una deslocalización de la producción, pero no de la comercialización.
Merece la pena destacar que las primeras 100 empresas (privadas y cooperativas) gestionan el 75% del total de los cítricos españoles y la mayoría de las 280.000 toneladas de cítricos que España importa cada año, especialmente del hemisferio sur. Se ha producido un proceso de concentración de la comercialización citrícola española que, desde el punto de vista empresarial, ha implicado la aparición de estructuras empresariales que se caracterizan por su capacidad de suministro durante los doce meses del año, y por consiguiente se han convertido en operadores con mayor capacidad negociadora frente a la gran distribución.
Por otro lado, al observar la evolución del valor de las exportaciones de cítricos españoles en las últimas campañas es interesante destacar el incremento de los limones y los pomelos. Como se observa en la siguiente figura, hace dos décadas el valor de las exportaciones de las naranjas y mandarinas representaba el 85%; y los limones y pomelos representaban el 15% respecto del total de cítricos. Actualmente, las naranjas y mandarinas se sitúan en el 75% y los limones y pomelos alcanzan el 25%.
ENTRADA DE LOS FONDOS DE INVERSIÓN EN EL SECTOR CITRICOLA
La entrada de los fondos de inversión, de capital riesgo -venture capital en su terminología internacional- fue totalmente novedosa en el sector citrícola primero y después en el hortofrutícola español, que estaba totalmente basado en empresas privadas de origen familiar o empresas asociativas.
La primera aparición se produjo en 2016 y desde entonces ha sido un continuo goteo de negociaciones y al final confirmaciones de entrada de dichos fondos, siempre con control sobre la mayoría de las acciones de las empresas en las que entraban. En esto momentos hay al menos ocho fondos que han entrado a controlar 4 empresas hortofrutícolas que no operan en cítricos, en Murcia y Almería y que implican una facturación cercana a los 500 millones de euros. Pero ha sido en el sector de los cítricos donde mayor han sido las operaciones realizadas. En estos momentos son cerca de 15 las empresas citrícolas en las que dichos fondos están activos con una facturación que supera los 1.300 millones.
La última noticia, del pasado 22 de diciembre fue la compra por 300 millones de euros de Frutas Bollo. El comprador Fremman Capital es el propietario del grupo The Natural Fruit. Este grupo se ha construido a lo largo del 2021 y 2022 al ir incorporando en diferentes operaciones a Fruitxeresa y Marzal de Naranjas y Mandarinas de Valencia, Melones Bruño de Castellón, Frutas naturales y Frugarva de Murcia y Naturgreen de Sevilla.
Con la incorporación de Frutas Bollo a The natural Fruit, nace un segundo gran grupo con posiciones en cítricos y otras frutas en ambos hemisferios, como ya lo era el grupo Citri&Co.
Sin embargo, es conocido que, hasta la fecha, dichos fondos han mantenido al frente de las operaciones de las empresas en las que han entrado a los mismos gestores que había en ellas.
Será necesario algo más de tiempo para valorar el impacto de este nuevo actor en la evolución de la citricultura española del futuro.
Paco Borrás, experto del sector hortofrutícola
(*) Artículo publicado originalmente en ingles en Fresh Focus Citrus 2023, de Fruitnet.
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