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Alimentación, Distribución (y Sanidad): coronavirus exige verdadera responsabilidad social empresarial

Alimentación y Distribución, es la hora de la responsabilidad social empresarial de verdad, de poner el bien común por encima de cualquier otro y de alinearse con la Sanidad para servir a la sociedad.

La distribución llama a la calma frente al coronavirus
Distribución y alimentación, fuertes frente al coronavirus / Archivo
Jorge Díaz-Cardiel

16 de marzo 2020 - 15:37

Mi abuelo me contó qué sucedió con lo que en todo el mundo se conoce como “the Spanish Flu” o “Gripe Española” de 1918. Como España no estaba involucrada en la Primera Guerra Mundial, la prensa española prestó más atención a esta pandemia que en otros países que, como Alemania, Francia, Rusia, Estados Unidos y Reino Unido, sí estaban en guerra y sufrían la penuria de los millones de muertos en combate, destrucción de ciudades, hambre, desplazamiento de millones de personas y… en buena hora apareció esta pandemia, posiblemente, la más fuerte que hasta ese momento había sufrido la humanidad, superando con creces la peste de la Edad Media.

En España, que no estaba en guerra, insisto, murió un millón de personas. En Europa, adicionalmente a los muertos por la guerra, fallecieron 40 millones. En China hubo 30 millones de muertos. En Estados Unidos, donde tuvo lugar el origen (en Kansas) de la mal llamada “Spanish Flu o Gripe Española”, fallecieron 675.000 personas.

Por cercanía en el tiempo a pandemias más recientes, SARS y, hoy coronavirus, quizá cupiera establecer comparaciones entre lo sucedido en el mundo en 1918 y lo que estamos sufriendo hoy. Pero, aunque en 1918 había producción industrial, electricidad y un incipiente pero terrible sistema sanitario, lo cierto es que 2020 no había comparación con 1918. En los sectores más vitales para la economía en estos momentos: Sanidad o sistemas de salud, públicos y privados; infraestructuras (carreteras, aviación, trenes); orden público, con ejércitos profesionales y fuerzas de seguridad que garanticen orden; infraestructuras de telecomunicaciones, fibra óptica, wifi, internet que, en España, empresas como Telefónica, Orange y Vodafone por un lado y Cellnex Telecom por otro garantizan las comunicaciones en momentos críticos.

Las nuevas tecnologías permiten que no nos quedemos aislados y que la energía (petróleo, gas, electricidad, renovables) siga fluyendo; también el agua, asegura Aguas de Barcelona o Agbar y el Canal de Isabel II. Gracias a la computación con Internet (Tercera Revolución Industrial) y la digitalización (Cuarta Revolución Industrial), es posible el teletrabajo, siempre, pero especialmente en momentos de crisis tan fuertes como la actual, causada por coronavirus en que es necesario evitar el trato con otras personas y el confinamiento domiciliario.

Disponemos de un fuerte sector alimentario y un fuerte sector de distribución alimentaria. Ambos soportados por sistemas logísticos sofisticados y eficaces, que también, trabajan al servicio de sanidad

Y llegamos a los sectores de actividad que más tienen que decir en esta crisis: la industria alimentaria y la distribución alimentaria. Se da por supuesto (y hablamos de ello más adelante) que la sanidad y la investigación en la lucha contra el virus son esenciales, porque se trata de salvar vidas, de prevenir y de curar. Y hay que comer. Para lo que es necesario que haya almacenamiento y suministro que requieren una cadena logística de primer orden al igual que la distribución alimentaria debe proveer de alimentos -no solo los de primera necesidad, porque ni vivimos en la época medieval ni en 1918-, de la misma manera en que los hospitales deben disponer de todos los medios para atender a los pacientes y las farmacias proveer de fármacos y lo que las autoridades sanitarias establezcan.

Lógicamente, estamos preocupados, cuando no asustados, por las cifras de infectados y fallecidos. Y por la rapidez con que el virus se está extendiendo en todo el mundo. Pero, reitero, vivimos en 2020, la era de los grandes rascacielos, la digitalización y la inteligencia artificial, al menos en el llamado primer mundo. Todo eso sería una mentira si no dispusiéramos de un fuerte sector alimentario y un fuerte sector de distribución alimentaria. Ambos soportados por sistemas logísticos sofisticados y eficaces, que también, trabajan al servicio de sanidad.

Pensemos de nuevo en la (mala) comparación entre la “Spanish flu” de 1918 y coronavirus de 2020. Es evidente que no vivimos igual y que la lucha contra la enfermedad, el hambre, el desarrollo económico, etc., han mejorado sustancialmente, exponencialmente, la vida de las personas en el primer mundo al que pertenece España.

Nunca en la historia de la humanidad hemos estado mejor preparados para afrontar con éxito una crisis como la generada por coronavirus

Nunca en la historia de la humanidad hemos estado mejor preparados para afrontar con éxito una crisis como la generada por coronavirus. Se dispone de todo para triunfar. Lo que necesitamos es coordinación y orden. Aunque como en toda guerra, haya bajas, fallecidos, que nos entristecen y causan ansiedad y miedo.

Alimentación y Distribución disponen, además de comercio electrónico, cuestión no menor. Importante siempre, pero esencial hoy, cuando tantas tiendas físicas han de cerrar (por ley y por sentido común). La principal Responsabilidad Social Empresarial; la principal obligación derivada de la sostenibilidad es que salgamos vivos de esta crisis. Y que, de la misma manera en que las nuevas tecnologías de la información nos permiten trabajar desde casa o en el campo, las empresas de alimentación y de distribución alimentaria tienen una obligación para con sus clientes, empleados, proveedores, con la sociedad.

Lógicamente, las principales empresas de ambos sectores -no existían en 1918, recordémoslo- Alimentación y Distribución ya están tomando medidas: El Corte Inglés mantendrá abiertas todas las áreas de alimentación y productos de primera necesidad ante la situación de alerta sanitaria que vive el país y que ha supuesto el cierre de comercios en todo el territorio nacional declarado por las autoridades competentes. Esto supone tener operativos alrededor de 300 establecimientos comerciales que incluyen todos los supermercados Supercor, los hipermercados Hipercor, y las áreas de alimentación y gran consumo de los centros de El Corte Inglés.

Como respuesta a la alerta sanitaria y al compromiso de la compañía con sus clientes, empleados y con la sociedad en general, El Corte Inglés ha hecho un esfuerzo para intensificar los servicios que conectan el mundo digital con el entorno real. La empresa ha reforzado los servicios online y telefónico con recogida de mercancía en el aparcamiento de los centros comerciales.

También Mercadona, en cumplimiento del Art.10.2 del RD 463/2020 por el que se declara el Estado de Alarma para la gestión de la situación de crisis sanitaria ocasionada por el Covid-19, con el objetivo de proteger la salud y seguridad de sus clientes y trabajadores, además de asegurar el abastecimiento de las tiendas, informa de que se adoptan las siguientes medidas: “Se informará a los clientes de las recomendaciones generales para acudir a realizar el acto de compra, tanto a través de los miembros de la plantilla como por medio de cartelería, megafonía y redes sociales.

Entre estas recomendaciones están: Acudir solamente una persona a realizar la compra (no en familia, o con niños o grupos). No acudir a realizar la compra personas que formen parte de los grupos de riesgo; ancianos, personas con enfermedades crónicas… Espaciar la compra a lo largo del día y no a la hora de apertura del establecimiento. Con ello, hay garantía de poder atender a todos los clientes cada día. Por solidaridad, realizar la compra con agilidad y rapidez. No almacenar innecesariamente productos: el suministro de productos de primera necesidad está más que garantizado. Pagar preferentemente con tarjeta y evitar el uso de dinero en efectivo. La responsabilidad última de cumplir las recomendaciones de distancia, aforo máximo, etc. implantadas recae en las propias personas que deben respetarlas. Así como utilizar guantes para manipular los productos perecederos y que están a su disposición en el centro”.

Hoy, pocos piensan en comprar ropa: Inditex, Mango y Tendam cierran sus tiendas. Los tres mayores grupos españoles de distribución de moda han cerrado todas sus tiendas en territorio español. Desigual adoptó la misma medida, seguida por otras compañías como H&M, Tous y Parfois, Adolfo Domínguez, que han adoptado la misma decisión.

La conclusión de este primer bloque de nuestro artículo, que afecta a Alimentación y Distribución es obvio: Calidad Pascual, Danone, García Carrión, Puleva-Lactalis, Nestlé, Unilever, Mondelez, Campofrío, Heineken y docenas de empresas más, deben garantizar el suministro. No debe haber carestía de bienes, productos y servicios. Ésa es su primera responsabilidad social. Y la logística debe funcionar como un reloj. De la misma manera, El Corte Inglés, Mercadona, Carrefour, Alcampo, Día, Ahorramás, Lidl, Eroski, etc., deben poder ofrecer todos los días los productos que las personas necesitan. ¿Obvio? No: necesario. Porque todo el mundo entiende que, aunque nos duele en el alma, se vendan muchos menos coches, con consecuencias nefastas para las empresas y sus trabajadores. Pero se puede vivir con coche viejo, sin renovar coche o, simplemente, sin coche. Pero no se puede vivir en situación de crisis pandémica, sin comida. Si hubiere lugar a aplicar el viejo adagio latino, siquiera metafóricamente, hemos de hacerlo: “Primum vivere deinde philosophari”. Porque hemos de comer para vivir.

Y, el mismo dicho cabe aplicar al sector sanitario, en su ámbito de investigación en la búsqueda de una vacuna como en la labor de prevención y tratamiento: porque, vivos, podemos comer.

Lucha contra la enfermedad, búsqueda de vacuna, prevención y tratamiento

La Caixa está invirtiendo más que nadie en España en investigación médica y búsqueda de una vacuna contra coronavirus: un fármaco para la malaria y la artritis reumatoide y un antiviral de los que se usan frente al VIH podrían ser un freno a los contagios de coronavirus. No pretende curar la enfermedad en su manifestación más grave, sino frenar los contagios de una forma sencilla y asequible. Y colaborar así en acortar el confinamiento.

La propuesta llegó hace un par de semanas al Departamento de Salud de Cataluña por parte de Oriol Mitjà, el infectólogo que saltó a la fama al encontrar una solución factible para evitar el pian en Papúa Nueva Guinea, y Bonaventura Clotet, director de IrsiCaixa (Fundación Bancaria La Caixa) de la lucha contra el sida, en el hospital Germans Trias. El ensayo se ha aceptado rápidamente por las partes implicadas, incluida la Agencia del Medicamento, y empezó el lunes 16 de marzo: lo van a probar 199 personas positivas al coronavirus, que tomarán el combinado durante siete días, y sólo el de la malaria un total de 2.850 contactos, durante 4 días.

El Instituto de Investigación del Sida IrsiCaixa es un instituto de referencia internacional, líder en la investigación para la erradicación del VIH/sida y enfermedades relacionadas. La investigación que lleva a cabo afronta también otros retos de la biomedicina actual, como el estudio del microbioma o de las enfermedades infecciosas emergentes, de ahí que esté investigando en la lucha contra coronavirus.

Es un modelo de investigación colaborativa, impulsado por la “Fundación Bancaria La Caixa” y el Departamento de Salud de la Generalitat de Cataluña. IrsiCaixa se constituyó en 1995 como fundación privada sin ánimo de lucro y su director es el antes citado doctor Bonaventura Clotet, que también es presidente de la Fundación Lucha contra el Sida y jefe del Servicio de Enfermedades Infecciosas del Hospital Universitari Germans Trias i Pujol de Badalona. IrsiCaixa está ubicado en el entorno de estas dos instituciones, lo que permite un modelo único de colaboración entre investigadores, profesionales asistenciales, pacientes y representantes de la comunidad. Esta transferencia de conocimiento entre los actores sociales implicados en permite aportar soluciones y facilitar los avances hacia la erradicación de la infección.

Nos pusimos a buscar quién estaba, en España -en el caso que hubiera alguien, entidad pública o privada- investigando, para encontrar una vacuna, un medicamento contra coronavirus y contrarreloj. Puesto que nuestra especialidad es la economía y la empresa, y no la medicina, dimos con La Caixa porque “Fundación Bancaria La Caixa” es la entidad privada de España que más invierte en el avance de la investigación médica, con 42 millones de euros invertidos en 2019.

Otra entidad que está luchando, en España, contra coronavirus es la Clínica Universidad de Navarra: “La innovación tecnológica como propuesta de valor” es uno de los lemas de esta famosa clínica, tan exitosa en su lucha contra el cáncer como La Caixa en su lucha contra el virus del sida. De hecho, la Clínica Universidad de Navarra tiene un grupo de médicos expertos que ha estudiado la enfermedad y da consejos sobre cómo actuar: La llegada a España hace unas semanas del SARS-CoV 2 (causante de la enfermedad COVID 19), un nuevo coronavirus, ha despertado muchas dudas en la población, que necesita despejar las incertidumbres que han surgido sobre las vías de contagio y formas seguras de prevención.

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