Buscando la rentabilidad en cada euro
El 20 de febrero de este año, Jacinto Llorca me envió un correo electrónico invitándome a participar en la redacción de un e-book colaborativo y de difusión posterior gratuita. Aunque personalmente no nos conocíamos, si nos seguíamos mutuamente en la red. A mí me gustaban los artículos de su blog http://www.impulsatucomercio.com/ y él era fiel seguidor de mis blogs Desde mi atalaya y Mercadeando. Sólo le hice una pregunta ¿quiénes son "el resto" de autores? La respuesta, los habituales. Yo ya tenía claro desde ese momento que este proyecto iba a ser importante y que los lectores iban a quedar impresionados por el nivel de los artículos, donde cada uno iría expresando su visión sobre las claves del sector retail desde las áreas que mejor domina: comercial, merchandising, financiero, coaching, neuromarketing, arquitectura, retail food y non food, etc... Comentamos también cómo se iba a realizar la maquetación, edición, corrección y web, y en sus manos quedó, estando a la vista la aportación que han hecho los amigos de quid y del propio Jacinto.
Los autores, "el resto" como yo le decía, eran nada más y menos que los que véis más arriba. Pienso que todos estamos aportando diariamente algo al sector, con nuestro trabajo, con nuestros escritos y análisis, con conferencias, etc.
En este enlace (aquí) os podéis descargar el libro "Claves del Retail: Visión 2013-2015" y mi aportación la tenéis en el Capítulo 7: "Buscando la rentabilidad en cada euro", donde voy desgranando las variables que influyen en la rentabilidad del negocio empezando desde su objetivo inicial, el peligro de caer en el imperativo institucional, la situación del mercado potencial y los formatos, y dejando para el final mi visión sobre las tendencias del futuro. Sólo os pego las primeras líneas de mi aportación y os recomiendo que os bajéis el e-book al completo:
Buscando la rentabilidad en cada euro
- Francisco Fernández Reguero -
"El objetivo primordial de todo negocio es la rentabilidad. No es que la rentabilidad, o el beneficio, sea algo exclusivo de un sistema capitalista, es que sin beneficio no hay futuro, no hay flujos de caja con los que financiar la inversión, tanto la destinada al mantenimiento como la destinada al crecimiento de la enseña. Sin beneficios, sin expectativas de flujos de caja positivos, las empresas no invierten en seguir acumulando riqueza y en crear puestos de trabajo. Por tanto, cuando nos adentramos en el mundo de los negocios, el beneficio y su maximización son consustanciales a su propio desarrollo, y cuando no hay beneficio o este escasea las posibilidades de supervivencia en el mercado disminuyen.
Pensad en la falacia de «gana mucho porque explota a sus trabajadores». Siempre pienso que las leyes están para cumplirlas, que todos trabajamos dentro de un marco legal que encorseta las relaciones y es igual para todos, solo que hay empresas más competitivas que otras porque juegan mejor sus bazas dentro de este campo de juego. Ganar dinero y mucho es bueno si se respetan las reglas del juego, si se opera en mercados competitivos, tan bueno que propicia ingresos fiscales para las arcas públicas por los beneficios obtenidos y que de otra manera deberían ser sufragados por los ciudadanos de a pie. Así que los beneficios, un marco legal adecuado y un mercado abierto a la competencia efectiva son las mejores armas para el crecimiento económico.
Como no se crece, desde luego, es aumentando la exacción de dinero a los ciudadanos y a las empresas para destinarlo al despilfarro de la administración pública de turno, a sufragar estructuras de gestión inviables, a proyectos sin sentido empresarial, a proyectos que cercenan la libre competencia, etc. Exigir dinero a la ciudadanía y destinarlo a gasto no productivo no genera crecimiento a largo plazo; genera una ilusión momentánea y luego una grave recaída.
Así pues, cuando nos adentramos en el mundo de los negocios debemos tener muy claras sus variables de juego y evaluar nuestro mercado objetivo sin poner límites a su desarrollo y con gran amplitud de miras. Debemos velar por no caer en la trampa de la ilusión momentánea, del cortoplacismo, para no poner en marcha proyectos sobre cuya rentabilidad a largo plazo tengamos dudas, sin sentido empresarial, pero que se encuentran en un plan estratégico fuera de lugar.
En los párrafos siguientes, iremos desgranando las variables más relevantes a tener en cuenta a la hora de desarrollar nuestro negocio y que marcarán su devenir en el futuro." (resto del capítulo aquí)
No me queda nada más que desearos que disfrutéis con su lectura y si tenéis algún comentario que hacer, que lo expreséis libremente, teniendo ya asegurada mi respuesta.
Muchas gracias.
PD.- Con éstos... me iría al fin del mundo...
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