Probando probando: La Gran Familia Mediterránea
En pocos meses y por el impacto de la Covid-19, ha surgido una gran variedad de propuestas de delivery especialmente cualitativas y sofisticadas, hasta tal punto que a veces apetece más quedarse en casa y disfrutar de alguna de las ofertas gastro que, como la de La Gran Familia Mediterránea, viajan especialmente bien.
Con el fin de los confinamientos perimetrales, por fin muchos de nosotros hemos podido viajar a nuestras segundas residencias, o como yo, aprovechar para coger un pequeño hotelito y ver el mar. Así, aprovechamos mi chico y yo para viajar a la Costa del Sol durante el mes de mayo con el único objetivo de tomar el sol y no hacer absolutamente nada. Mi perfil de gastrónoma hace que cuando algunos se van de vacaciones a darse banquetes gastronómicos, yo hago lo contrario, pues aprovecho las vacaciones para hacer plan “détox “y poner en pausa las salidas a restaurantes que me llevan la mayor parte del resto de días del año.
Es por esto que, cansados de la propuesta del servicio de habitaciones del hotel, descubrimos a través de la aplicación de Just Eat que la propuesta de La Gran Familia Mediterránea, que ya habíamos probado en Madrid, estaba igualmente disponible en Marbella, ciudad donde nos alojábamos. Más tarde me he enterado de que se ofrece también en Barcelona, Málaga y Sevilla, y que la ambición es que llegue en un futuro a otras muchas ciudades de España.
Cuando se lanzó el septiembre del año pasado esta nueva propuesta, pensé escéptica que era complicado que una oferta tan variada llegase siempre de forma correcta. No en vano, este proyecto lanzado por el equipo del chef malagueño Dani García difiere de otros porque propone varias propuestas en una, desde sushi a bocatas gourmet, pasando por guacamole o pizza acompañados de un cocktail. En total, son 8 estilos de una gastronomía muy distinta que puedes incluir en un mismo pedido a domicilio y que solo se puede encontrar en Just Eat. A mí me parece un acierto el poder pedir en un solo pedido una selección de platos de diferente estilo, posibilidad que no permite ninguna otra propuesta, obligándote a seleccionar distintos restaurantes, con el consiguiente coste añadido por restaurante. Lo cierto es que cuando Dani García cerró su restaurante tras conseguir su tercera estrella Michelin en 2019, no ha parado de innovar, siendo un ejemplo empresarial para muchos.
Así, nosotros en Madrid ya habíamos probado unos de mis platos de Dani favoritos, el brioche de rabo de toro con salsa Bull, así como sus gyozas y una de sus pizzas. Y en Marbella nos dimos al sushi, degustamos también su tartar de atún (otro de mis favoritos en el restaurante BIBO del mismo chef) y lo complementamos con hummus y edamames. Es sorprendente cómo la calidad de la oferta y los productos es muy similar en una ciudad u otra, cosa que no ocurre tampoco con otros servicios de delivery.
Algo que me ha gustado mucho de lo que he probado de La Familia Mediterránea es que hay muchas propuestas saludables y también de producto como el tartar de atún o el guacamole. La carta es especialmente extensa. Y todo ello viene siempre presentado con un twist original. Para los amantes de los dulces, os diré que sus postres son especialmente sorprendentes y vienen servidos en forma de esfera, con alguno de sus platos icónicos como es el helado de Happy Hippo.
Y un último apunte. Además de un precio moderado y que cumple perfectamente la ecuación calidad precio (pagamos en torno a 20 euros por persona), La Gran Familia Mediterránea propone envases reciclables y reutilizables y destina un porcentaje de su facturación a causas sociales de la mano de diferentes organizaciones en las localizaciones en las que se encuentra.