La lista de la compra del Brexit

Reino Unido decide salir de la Unión Europea / Redacción FRS
Horacio González Alemán

24 de junio 2016 - 12:53

Sorpresa o no, Reino Unido ha decidido salirse de la Unión Europea. Sería pretencioso en estos momentos hacer un análisis detallado de lo que esto habría de suponer para el sector agroalimentario, así que habrá que contentarse con una 'lista de la compra', nunca mejor dicho, que mencione algunos temas a considerar a partir de ahora.

- Política agraria común: Reino Unido supone el 5% de los fondos agrarios, así que parece que en el papel sufrirán más los que se van que los que nos quedamos.

- Normas técnicas: si los británicos son inteligentes (que a pesar de todo lo son), mantendrán sus normas técnicas alineadas con las europeas: calidad, composición de productos, etiquetado... Si no quieren encarecer su cesta de la compra y seguir vendiendo al continente, tendrán que seguir alineados con la UE en todos estos asuntos técnicos.

- Libre circulación de mercancías. Al salirse de la UE, dejan de ser miembros de nuestra Unión Aduanera y aquí cabrían dos posibilidades en la negociación: a) restablecer aranceles a unos niveles standard (es decir, altos); y b) unos aranceles bajos o nulos o de partida. Me inclino a pensar más en la segunda posibilidad que en la primera, por interés mutuo. Pero la renegociacion de acuerdos llevará su tiempo.

Pero todo esto está, por decirlo de alguna manera, en el 'manual de instrucciones' y en la lógica de las cosas... Lo importante es el cuadro macro en el que se incluya lo nuestro. Y aquí, aventurarse a predicciones es más difícil aún si cabe... Solo mencionar algunos temas en la lista:

- La recomposición de las instituciones: hay que sacar parlamentarios, funcionarios, mayorías... Esto implica modificar los tratados y reglamentos de desarrollo. Por cierto, de las organizaciones europeas saldrán los miembros de Reino Unido, que ahora serán un lobby de 'tercer país', como el norteamericano, el noruego o el marroquí. Y por cierto, unas arcas débiles como las de las organizaciones van a acusar el golpe.

- El entorno financiero. La respuesta de las Bolsas y la City han sido muy claras; y me temo que durante el proceso de negociación de la salida la volatilidad se convertirá en norma.

- El entorno político. La falta de liderazgo en Europa es patente. Si no tenemos una hoja de ruta clara en la negociación de la salida, en la que Europa se mantenga firme, otros podrán apuntarse al carro y se nos 'iría el bebé por el agujero', como dice el refrán inglés.

- El entorno presupuestario. Reino Unido contribuye con el 10,5% del presupuesto total de la Unión Europea y, además, es contribuyente neto: es decir, aporta más de lo que recibe. La negociación no va ser fácil y seguro que en el proceso las cosas no van a ser lineales y algún Estado miembro intentará cambiar los equilibrios. Esto tampoco ayuda a la renegociación de la PAC en ciernes, que como sabemos es un capitulo muy importante del presupuesto comunitario.

En definitiva, quizás podemos pensar que al final Reino Unido sale de las instituciones y no podrá formar parte de las decisiones europeas en el futuro. Irá a remolque, no a la cabeza.

Fijémonos en los acuerdos de la UE con Turquía o los países nórdicos, en los que hay un marco de colaboración en el que se reducen los aranceles, se comparten las normas técnicas, se colabora en temas de innovación, política industrial, etc. Pero siempre desde fuera, sin capacidad de influir directamente. Quizás este vaya a ser el modelo.

Pero como decía al principio, esto se puede hacer porque tenemos instrumentos y antecedentes en los que basarnos. Lo problemático está en el proceso (sin duda, largo y complejo) y las incertidumbres que acarrea, así como en el efecto político general de una decisión histórica como esta, que, esperemos, no sea una carga de profundidad.

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