Gibraltar bien vale un súper
Una llamada de presentación me deja cierto titular. El Eroski de Gibraltar va como un tiro, factura ocho o nueve millones de euros al año. Una "pasta", sí. ¿Y quiénes están allí, además de Eroski?. Principalmente, son dos los operadores españoles con activos en Gibraltar, ambos cooperativas: Eroski y Covirán.
En el caso del grupo de Elorrio, es un supermercado Eroski City franquiciado. El establecimiento cumple con el modelo tradicional de franquicia Eroski City, desde surtido (tanto de marcas de fabricantes como de distribuidor) a actividad promocional.
Sin embargo, por superficie se asemeja más a un Eroski Center, aunque el grupo no franquicia esta enseña. En concreto, tiene 1.600 metros cuadrados de sala de venta. Abierto el 12-12 de 2012, seis meses más tarde fue ampliado hasta lograr la medida mencionada . Además, tiene 140 plazas de aparcamiento.
El supermercado, que emplea a 60 trabajadores, tiene en cuenta la tipología de sus clientes, en tanto ofrece un amplio surtido de productos ingleses de marca de fabricante. Asimismo, la rotulación y demás comunicaciones están en inglés y los precios están señalizados en libras esterlinas.
Por su parte, Covirán tiene tres tiendas en Gibraltar, todas ellas gestionadas por el mismo asociado, Inverrigan, Ltd. Su propietario es Rafael Benaim.
Este socio se incorporó a la cooperativa de Atarfe en 2010. Sus centros, que se abastecen desde la plataforma de Dos Hermanas (Sevilla), suman casi 1.400 metros cuadrados de sala de venta. Emplea a alrededor de una treintena de trabajadores.
Al igual que Eroski, tiene un amplio surtido de productos internacionales, pensando en ese cliente tan suyo. La oferta se completa con una buena ración de referencias de marca Covirán.
Desde la cooperativa, ponen de ejemplo a su socio gibraltareño como muestra de una de sus señas de identidad, la capacidad de adaptación a cada zona geográfica.
En definitiva, una zona tan turística como Gibraltar bien vale un súper. Lo mismo que la frontera con emplazamientos de este tipo. Me comentan que en el área limítrofe con Andorra el distribuidor catalán Miquel está estudiando implantar un punto de venta. ¿Sabéis cuánto habría calculado vender al año? Ocho o nueve millones de euros. Una "pasta", sí.