Menos IRPF a costa de más IVA

El Comité de Expertos elegido por el Ejecutivo y presidido por Manuel Lagares, ha presentado sus recomendaciones de cara a la reforma fiscal que el Gobierno quiere implantar. El objetivo es bajar los impuestos, como el IRPF o el de sociedades. Sin embargo, se sugiere subir el IVA, concretamente productos que tributan al reducido (10%) pasarían al general. En teoría, a medio plazo.

En una primera impresión, recogida en boca de Ignacio García Magarzo, director general de la patronal de supermercados Asedas se habla de cautela y de tiempo para subsanar este potencial problema.

Las distintas patronales seguirán actuando en conjunto y se espera en próximos días una reacción al unísono de todas ellas frente a las recomendaciones del Comité de Expertos. Si bien no han causado sorpresa las sugerencias de dicho grupo de trabajo, su presentación ante el Gobierno no ha hecho otra cosa que constatar el temor que las distintas entidades del sector del gran consumo/comercio albergaban.

De hecho, el pasado 28 de enero, nueve de estas organizaciones escenificaron su rechazo ante la posible reclasificación del IVA, poniendo la tirita antes de tener la herida, pero sabiendo que más tarde o temprano el daño se iba a presentar. Aquella escenificación era inédita.

Posteriormente, se ha repetido esa escena, vía comunicado, sumando la adhesión de los sindicatos, (todo un guiño). Fue el pasado miércoles día 5 de marzo. Algunas de esas entidades, consultadas por Granconsumo.tv, como Anged, hablaban de pánico frente a lo que se avecinaba.

Unos días antes, el jueves 27 de febrero, en una jornada empresarial, los máximos representantes de Aces, Ignacio Cobo (presidente) y Aurelio del Pino (director general), recordaban al Gobierno, representado por Antonio Beteta, secretario de Estado de Administraciones Públicas (Montoro estaba "atrapado" en el Debate del Estado de la Nación) las consecuencias tan negativas que una modificación al alza del IVA podría tener sobre la recuperación económica.

Todas estas organizaciones, desde Aecoc a Fiab, pasando por Asedas o Aces, abogan porque el Estado recaude más a través de una mayor actividad económica, propiciada por un escenario de menor presión fiscal sobre el consumo. Y no al revés, más recaudación vía subida de impuestos indirectos, toda vez que esto tendría un coste que, a grosso modo, se puede resumir así: las caídas en la producción oscilarían entre los 16.000 y los 23.000 millones, se destruirían más de 155.000 empleos y el Estado dejaría de ingresar entre 2.000 y 3.000 millon por otros impuestos.

Por cierto, parece ser que la hostelería se salvaría de la "quema" y no vería afectada su tributación actual. No obstante, se espera que el sector, que ha estado representado en esta cruzada por la Fehr y Fehrcarem, siga acompañando a sus "compañeros" en esta larga y dura travesía que se avecina.

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