Campofrío vive el día que llevaba esperando desde hace dos años
El Rey Felipe VI deja inaugurada la nueva fábrica de la compañía, ya para siempre vista como un ejemplo de cómo superar una tragedia.
Este miércoles era un día especial para Campofrío, que ni la lluvia ha podido deslucir. Han pasado algo más de dos años del incendio que arrasó su histórica fábrica de Burgos y en estos más de 730 días la compañía ha sido un ejemplo de cómo levantarse de una tragedia. La Nueva Bureba ya está en pie y en marcha desde hace unas semanas, aunque de momento en fase de pruebas. El Rey Felipe VI ha sido testigo de excepción del resurgir de Campofrío, con su visita a la planta y apoyo a una de las empresas con más solera de nuestro país.
El Rey ha podido ver materializado el compromiso que adquirió Campofrío con sus trabajadores y con la ciudad de Burgos de invertir 225 millones de euros para levantar una nueva fábrica en el mismo lugar donde se quemó la antigua. De esta forma, la compañía ha construido una fábrica con una superficie de 99.000 metros cuadrados que ayudará a obtener una producción aproximada de 100.000 toneladas al año. Para ello, la planta cuenta con la tecnología punta disponible en este momento para la industria cárnica, lo que la convierte en un auténtico referente en Europa. El proyecto para levantarla se ha denominado 'Fénix' por motivos obvios y se ha basado en cuatro parámetros: tecnología, seguridad, sostenibilidad y eficiencia.
De momento, un total de 318 trabajadores están prestando servicio a la fábrica en un periodo inicial de pruebas. El resto, hasta los 623 de la antigua Campofrío, los que quedan después de bajas y jubilaciones de los dos últimos años, se irán incorporando progresivamente, "pero todos están ya contratados y a disposición de la compañía", indicó Campofrío hace unas semanas. Será a mediados de 2017 cuando la fábrica podrá llegar a toda su capacidad productiva.
Álvaro Fernández, presidente del Grupo Alfa, matriz del grupo alimentario Sigma Alimentos, propietaria de Campofrío Food Group, ha señalado que "invertir de nuevo en este lugar es devolver a la sociedad española, al menos parcialmente, el empeño y el cariño que ha puesto al colaborar con nosotros". "Nuestra apuesta por España pone de manifiesto la voluntad del grupo por transmitir con ilusión un nuevo futuro y el resurgir de la compañía y de todos sus empleados. Por ello, estoy convencido de que vendrán nuevos tiempos, nuevos retos, nuevas oportunidades, pero sobre todo, nuevos éxitos", ha añadido Fernández.
Pedro Ballvé, presidente del Consejo de Administración de Campofrío Food Group, ha querido resaltar que "la Nueva Bureba no se asienta sobre ladrillos o vigas, se apoya en el trabajo, en la ilusión y en el espíritu de superación de todo aquel que ha formado parte de Campofrío y de Burgos". El acto, de hecho, se ha desarrollado con un toque muy emotivo, entre multitud de agradecimientos y referencias a todo aquel que, durante este tiempo, ha mostrado su apoyo y solidaridad a la compañía.
El Rey Felipe VI destacó que el de Campofrío "es, sin duda, un ejemplo extraordinario de capacidad para sobreponerse a la adversidad". "Los trabajadores y la compañía, a pesar del dolor y la confusión, supisteis afrontar la dura situación con verdadera entereza y con una voluntad firme de superar unas dificultades que, lógicamente, no habríais podido ni imaginar un día antes del suceso. Dificultades personales, familiares, laborales, económicas, las de todo un entorno social y productivo que tiene en esta fábrica −como lo tenía también en la que la precedió− un verdadero punto de encuentro y que, como se ha comprobado, supera con mucho lo profesional. Porque me atrevo a decir que se os ha visto como a una gran familia ‒generosa, solidaria, eficiente, decidida a salir adelante‒", comento el monarca, quien auguró "un futuro prometedor" a Campofrío.
ESCULTURA CONMEMORATIVA
Para que el compromiso de todas las partes perdurase en el tiempo y estuviese siempre presente, la compañía solicitó a aquellas personas que habían estado con ellos durante todo este tiempo (trabajadores, proveedores, clientes, ciudadanos de todas partes e incluso al cuerpo de bomberos) que aportasen un objeto de metal que les recordase a la antigua fábrica. Todos estos materiales fueron fundidos junto con restos de la estructura de metal de la fábrica siniestrada para crear una escultura que todos puedan ver en los años venideros y que se ha colocado a la entrada de la nueva planta.
Representa una figura humana que se levanta después de haberse caído, como símbolo de la recuperación de Campofrio. La escultura ha sido realizada por Pedro Txillida, pero el propio artista destaca que "de alguna manera está hecha entre todos". En el siguiente vídeo se puede ver su historia.
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