Reino Unido "vigila de cerca" a la distribución alimentaria para que traslade la bajada de precios a los consumidores
A pesar de amortiguar gran parte de la inflación con sus márgenes de beneficio, las cadenas de supermercados siguen sufriendo las suspicacias y ataques de la clase política, también en otros países.
El ministro de Finanzas del Reino Unido, Jeremy Hunt, ha subrayado la necesidad de que los consumidores también se beneficien del alivio en los precios de los alimentos relacionado con los menores costes de la energía y la resolución de los problemas de las cadenas de suministro, y ha advertido de que el Gobierno "vigila de cerca" para que así sea.
De nuevo, los representantes políticos transmiten la idea de que los grupos de distribución alimentaria se benefician de alguna forma del proceso inflacionario, a pesar de haber reducido sus márgenes de beneficio.
En un comentario publicado en Twitter a través de su perfil oficial en la red social, el ministro británico ha recordado que la inflación de los alimentos fue impulsada por el aumento vertiginoso de los costes globales de la energía y el impacto en las cadenas de suministro.
"Los consumidores deberían compartir las ventajas a medida que se resuelven ambos problemas, y estamos vigilando de cerca para asegurarnos de que así sea. Con suerte, eso es lo que estamos empezando a ver", ha afirmado.
A finales del pasado mes de junio, Hunt acordó con los principales reguladores del Reino Unido un plan de acción en apoyo de los consumidores con el fin de reducir la inflación y garantizar que las familias son tratadas de una manera justa.
El plan acordado entre el ministro británico y la Autoridad de Competencia y Mercados (CMA), la Autoridad de Conducta Financiera (FCA), Ofcom, Ofgem y Ofwat, los reguladores de telecomunicaciones, energía y suministro de agua, respectivamente, pretende que estos garanticen el correcto funcionamiento de los mercados y que se trasladen a los particulares los descensos en los costes que comienzan a observarse en los mercados mayoristas.
Un estudio elaborado por Kantar, publicado este martes, destaca que la inflación de los precios de los comestibles en Reino Unido ha experimentado su descenso más pronunciado desde que la tasa alcanzase su punto máximo en marzo de 2023, cayendo 1,6 puntos porcentuales hasta el 14,9% en las cuatro semanas hasta el pasado 9 de julio.
"La inflación de los precios de los comestibles ha estado cayendo durante cuatro meses seguidos", destacan los autores del estudio, aunque advierten de que la subida de los precios de los alimentos "sigue siendo increíblemente alta".
En este sentido, el estudio señala que el impulso al gasto promocional ha contribuido a reducir la inflación, pero también destaca el efecto de que los precios aumentasen con mucha rapidez el verano pasado, por lo que esta última desaceleración "se debe en parte a que las cifras actuales se comparan con las tasas más altas de hace un año".
El estudio de Kantar concluye que, con el nivel actual de inflación, los hogares británicos habrían gastado 683 libras (795 euros) más en su factura anual de comestibles para comprar los mismos artículos que el año anterior, aunque destaca que los consumidores "han adaptado sus hábitos para limitar este aumento".
De tal modo, el aumento anual medio del gasto de los hogares durante los últimos 12 meses ha sido de 330 libras esterlinas (384 euros), muy por debajo de las hipotéticas 683 libras esterlinas.
"Está claro que los compradores han cambiado drásticamente su comportamiento para combatir la inflación, ya sea comprando productos más baratos o visitando diferentes tiendas de comestibles", señala.
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