La mejor receta para disfrutar del sabor del jamón ibérico
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Aunque el jamón ibérico se puede degustar en solitario, es innegable que algunas recetas contribuyen a potenciar su sabor, como las que vamos a encontrar en este artículo.
Las recetas de jamón ibérico son perfectas para lucirse cuando tenemos invitados en casa. Con algo de destreza, y un poco de tiempo, podemos crear platos únicos, para chuparse los dedos.
Pero, antes de nada, es importante que tengas claro que necesitarás comprar un jamón de gran calidad, como es el caso del jamon legado. Así podrás potenciar el sabor del producto y conseguir que todos los comensales se chupen los dedos.
Sin más dilación, vamos a ver esta espectacular receta:
Receta de croissants con huevo, queso gruyere y jamón ibérico
Esta receta puede ser un buen desayuno, un tentempié para el almuerzo, una estupenda merienda o una pequeña entrada para sorprender en una cena especial.
Ingredientes que necesitas
- Un par de rebanadas de jamón ibérico (recomendable el jamón legado).
- 2 croissants.
- 2 huevos pochados.
- Varias láminas de queso gruyere (dependerá de la cantidad de queso que queramos por croissant).
- 2 cucharadas de mostaza.
- Sal.
- Aceite de oliva virgen extra (el que mejor combina con el aceite ibérico).
- Pimienta.
- Horno
Elaboración de la receta
- Antes de hacer nada, es importante que precalientes el horno a una temperatura de 200ºC. Así, una vez que hayas terminado con la elaboración de los croissants, el producto se mantendrá en buenas condiciones y saldrá del horno listo para el siguiente paso.
- Cortamos los 2 croissants a la mitad. Aplicamos una capa de mostaza en la parte inferior del hojaldre y después colocamos una capa de queso.
- Introducimos en el horno durante algunos minutos hasta que el queso empiece a burbujear. Será en ese momento cuando tendremos la señal de que es el momento de sacarlo del horno.
- Mientras tanto, pochamos los huevos en agua hirviendo durante unos 2-3 minutos. En este punto tendremos cierta versatilidad en cuanto al tiempo que van a estar hirviendo. A algunas personas les gusta que estén un poco más crudos, mientras que a otras personas les gusta más hechos. En cualquier caso, no los dejes más de 9-10 minutos, ya que harás huevos duros.
- Coloca los huevos pochados encima del queso que has extendido en el paso 2.
- Agrega un poco de sal y pimienta según tus preferencias.
- Finalmente, añade el principal protagonista del plato: en la parte de arriba colocarlas algunas láminas del jamón ibérico y un pequeño chorro de aceite de oliva.
Cierra el croissant y estará listo para su consumo.
Importante: este plato se debe de comer inmediatamente, una vez que se haya enfriado lo suficiente para que lo podamos hacer. De lo contrario, el queso se pondrá duro y, como suele decirse, no valdrá nada.
Prueba a hacerte este plato a tus comensales y verás como se quedan con la boca abierta. Pero cuidado... ¡Quizá quieran repetir!
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