Descenso en la producción de las granjas de leche por la ola de calor
El 'estrés térmico' que están soportando los animales en las explotaciones se traduce en menos litros producidos y, consecuentemente, en un descenso de los ingresos, según la asociación Agromuralla.
La ola de calor que desde hace días asfixia a la mayor parte de los municipios gallegos también está afectando a la producción de las granjas de leche, dado que "el estrés térmico" que están soportando los animales en las explotaciones se traduce en menos litros producidos y, consecuentemente, en un descenso de los ingresos.
Así se lo ha explicado Roberto López a Efe, un ganadero de Lugo, miembro de la directiva de la asociación Agromuralla, quien recordó que el calor desproporcionado que está padeciendo buena parte del territorio gallego no solo afecta a las personas, sino también a los animales.
"Las vacas lo están pasando fatal. No comen lo suficiente. No descansan convenientemente. Lo pasan mal y, consecuentemente, la producción de leche baja", explica.
"Se van adaptando con el paso de los días, pero tenemos que echar una mano a los animales para que lo lleven mejor", precisa este ganadero.
VENTILADORES Y ASPERSORES PARA REFRESCAR
Por ello, en las explotaciones más modernas se tiene mucho en cuenta la ventilación, que ayuda en estos días de calor intenso. En todo caso, ante temperaturas tan elevadas, también se hace uso "de ventiladores e incluso de aspersores de agua" para refrescar el ambiente.
Además de las pérdidas económicas que provoca esta situación por la bajada de la producción, Roberto López advierte que en aquellos "animales que están pasados de kilos, existe incluso el riesgo de muerte". Es el caso de "becerros que están en la última fase del proceso de crianza", cuando acumulan un mayor peso.
Roberto López recuerda que estas "olas de calor son cada vez más frecuentes", por lo que los ganaderos deben tenerlo en cuenta a la hora de proyectar sus establos, que deben estar bien orientados "y bien ventilados", para favorecer el bienestar de los animales.
EL CALOR AFECTA AL SECTOR ALIMENTARIO
Sin duda, los ganaderos no son los únicos afectados por la ola de calor y la climatología en general. Como os informábamos recientemente, el desabastecimiento del mercado debido a la finalización del producto marroquí, el retraso de unas semanas de la cosecha por las lluvias y las bajas temperaturas de primavera están detrás de los elevados precios del melón y la sandía, que llegaron a alcanzar los 13 y 12 euros respectivamente.
Esta situación se ha ido normalizando con la venta del producto nacional procedente de Almería y Murcia, donde se perdió gran parte de la primera siembra por las lluvias registradas en abril.
"La situación ahora es muy distinta" y aún lo será más cuando empiece a sacar la producción Castilla-La Mancha, a finales de julio", precisaba el presidente de la Interprofesional del Melón y la Sandía de Castilla-La Mancha, Cristóbal Jiménez recordando que ha sido en un momento muy puntual, de 15 o 20 días, cuando se han llegado a alcanzar esos precios debido a la elevada demanda de estos productos hortofrutícolas, que se ha visto aún más incrementada por la ola de calor de mediados de junio.
Asimismo, la Unión de Pequeños Agricultores y Ganaderos (UPA) alertaba estos días del peligro que corren las cosechas de cereal en Castilla y León por las extremas temperaturas de mayo y junio, que corrigen a la baja las previsiones, con un recorte de entre el 40% y 50%.
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