La tormenta perfecta del cacao amenaza con ‘amargar’ el consumo de chocolate
El precio de la materia prima alcanza valores históricos debido a la crisis de escasez que está experimentando en los países productores y los expertos alertan de que el suministro mundial podría ser limitado durante muchos años más.
En el último año y medio, el cacao ha llegado a triplicar su precio por tonelada, pasando de 2.000 a 6.000 dólares y pulverizando los máximos históricos registrados en 1977. Entonces, hace casi 50 años, las principales comercializadoras se vieron obligadas a encarecer sus chocolates de forma acusada, debido a una crisis de escasez que afectó a los principales países productores de África Occidental.
El pasado 1 de marzo, el mercado cerraba con la tonelada de cacao a un precio de 6.299 dólares y las voces de alarma han saltado desde distintas instancias: expertos de medios como Bloomberg o Euronews ya hablan de una nueva "crisis del cacao", que está empezando a manifestar sus efectos, y empresas destacadas de la industria alimentaria, como la inglesa Henley Bridge, han mostrado igualmente su preocupación por esta evolución de precios sin precedentes en los mercados internacionales.
El foco está puesto en la sequía y otros fenómenos climatológicos extremos que sufren los dos mayores productores, Ghana y Costa de Marfil, con una cuota conjunta superior al 60% y a mucha distancia de otros como Indonesia, Brasil, Ecuador o Nigeria.
Ya durante el pasado mes de julio, los principales productores cacaoteros de Costa de Marfil anunciaron que sus malas cosechas -afectadas entonces por inundaciones que contribuyeron a extender la llamada enfermedad de la ‘vaina negra’- iban a redundar en una limitación de los envíos de granos más allá del país. Y así ha sido; la llegada de cacao a los puertos en el periodo comprendido entre el 1 de octubre y el 18 de febrero ha sido un tercio inferior a lo previsto: 1,12 millones de toneladas frente a las 1,68 millones de hace un año.
Temor a una raíz sistémica del problema
El temor, sin embargo, que han manifestado algunos analistas es que los estragos que están sufriendo las plantaciones, y el consecuente riesgo de escasez que estamos padeciendo ahora, pueda deberse no únicamente al clima, sino a problemas sistémicos que no sean susceptibles de resolverse de manera rápida -enfermedades del cultivo o incluso el abandono del cacao por parte de los agricultores- y que, en consecuencia, lo altos precios de esta materia prima no sean flor de un día, sino que se erijan en la nueva normalidad.
Según la Organización Internacional del Cacao (ICCO, por sus siglas en inglés), la industria ya arrastraba un déficit en la temporada final de 2022 y una desaceleración de la producción que cabría achacar a diversos factores, más allá de las especiales circunstancias meteorológicas del continente africano: el incremento de los costes de explotación, por el "fuerte contexto inflacionista mundial" y unos costes energéticos "persistentemente más elevados", entre ellos.
Desde el portal británico Foodmanufacture.uk apuntan que el aumento de la demanda de chocolate en países densamente poblados como la India o China podría estar igualmente contribuyendo al incremento de los precios, junto a otros factores como, por ejemplo, el gusto cada vez mayor de los consumidores por el chocolate negro, que en cada tableta contiene una mayor concentración de cacao. En su opinión, no obstante, el progresivo incremento de los precios del cacao podría encontrar su tope en 2025, cuando muchos productores optasen por distribuir sucedáneos del chocolate que, en lugar de estar elaborados con manteca de cacao, estén compuestos de grasa vegetal y azúcar.
En relación con este último ingrediente, sin embargo, la Federación Internacional del Cacao (FCC, por sus siglas en inglés) ya ha advertido de que su precio también es previsible que experimente mayores subidas, debido a los problemas de producción que se están reportando en la India, en una tormenta perfecta que no hace sino contribuir al encarecimiento en espiral del producto final adquirido en tienda (sin olvidar la influencia al alza que ejercen de igual forma otros factores como el precio de los combustibles o el del transporte de las materias primas).
En este contexto, algunos expertos ya han manifestado su convencimiento de que el suministro mundial de cacao podría ser limitado durante muchos años más. De hecho, la fundadora y presidenta de J. Ganes Consulting, Judith Ganes, ha señalado que, para tratar de hacer frente a esta crisis de oferta y de reducidas existencias, algunas empresas ya "están cambiando los ingredientes naturales por artificiales; o, en su defecto, reduciendo el tamaño de sus productos".
Por su parte, el analista de materias primas de Rabobank en Londres, Paul Joules, ha subrayado que "aún no hemos visto el pico de los aumentos de precios, especialmente en la UE" y que "las empresas chocolateras se verán obligadas a trasladar estos precios más altos a los consumidores". Una posibilidad que, de hecho, diversas empresas del sector, como Lindt & Sprüngli y Hershey, no han descartado hasta el momento, según recoge Bloomberg.
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