Investigan una posible venta irregular de caballos para carne
El Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil halló irregularidades en la documentación que acompañaba a ejemplares de equinos destinados al sacrificio, procedentes de tratantes de las provincias de A Coruña, Badajoz, Cantabria, Huelva, La Rioja, Lugo y Burgos, que sacrificaban en esta última sus animales.
La Guardia Civil ha investigado a siete personas, tratantes de ganado, como presuntos autores de los delitos de estafa y falsedad documental, por su participación en la comercialización irregular de caballos destinados a carne para consumo humano, informa el portal Burgos Conecta.
Los hechos fueron investigados entre los pasados meses de marzo y mayo tras la inspección llevada a cabo por el Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) a mataderos ubicados en Burgos, para prevenir y erradicar el comercio ilícito de carne equina no apta para el consumo humano y su introducción en la cadena alimentaria, mediante la falsificación documental.
Tras la información facilitada por los Servicios Veterinarios Oficiales de la Junta de Castilla y León asignados a las empresas, en relación a casos 'extraños' relacionados con el sacrificio de ganado caballar, llamó la atención varios episodios detectados en dos complejos cárnicos de la capital y provincia.
LLAMATIVAS IRREGULARIDADES
Se hallaron llamativas irregularidades en la documentación que acompañaba a ejemplares de equinos destinados al sacrificio, procedentes de tratantes de las provincias de A Coruña, Badajoz, Cantabria, Huelva, La Rioja, Lugo y Burgos, que sacrificaban en esta última sus animales.
Casos como la discordancia en la edad de los animales presentados –adultos de diez años pretendían suplantar a potros de un año-, reseñas físicas que en nada se parecían al ejemplar presentado, caballos con dos microchips implantados y fehacientes manipulaciones en los pasaportes fueron los hallazgos más sobresalientes.
En total se detectaron 30 ejemplares cuyas canales fueron decomisadas, retiradas de la cadena alimentaria y destinadas finalmente para su tratamiento como SANDACH (subproductos de origen animal no destinado a consumo humano); no obstante, nueve de ellos fueron identificados como 'no aptos' para el consumo humano según las bases de datos.
Localizados los presuntos autores en estas provincias han sido investigados, instruyéndose diligencias que han sido presentadas en los Juzgados y Fiscalía Delegada de Medio Ambiente y Urbanismo de Burgos.
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