El sector alimentario busca minimizar el impacto ambiental de los envases

La industria de alimentación y bebidas se esfuerza cada día más por conseguir que los residuos que genera produzcan el menor impacto ambiental posible. En este sentido, se ha propuesto alcanzar una serie de retos con el horizonte puesto en el año 2020. La reutilización y el reciclaje parecen la vía más acertada.

Los envases (de papel y cartón, plásticos, madera, etc.) constituyen la mayor parte de esos residuos. La optimización del envasado se compatibiliza con los requisitos derivados de la necesidad de mantener la calidad y seguridad alimentaria de los productos a lo largo de toda su vida útil. Ese papel protagonista del envase es lo que ha hecho que minimizar su impacto ambiental sea uno de los objetivos a lograr.

Este asunto es el que se ha tratado en la tercera sesión del congreso “Alimentamos un futuro sostenible: Retos Medioambientales de la Industria Alimentaria a 2020”. En este marco se ha puesto de manifiesto que el camino a seguir pasa, entre otros temas, por promover la innovación en envases más sostenibles, trabajar con el resto de la cadena de producto para evitar los residuos de este tipo y trabajar en el diseño del envase y en su ciclo de vida.

Entre las propuestas de los diversos ponentes al congreso, cabe citar la de Begoña de Benito, directora de Relaciones Institucionales y Empresas Adheridas de Ecoembes, para quien “el envase y la comunicación ambiental pueden convertirse en una ventaja competitiva para las empresas” pues los consumidores quieren conocer las mejoras ambientales de los fabricantes.