Unilever se separará del negocio de helados y anuncia un plan que contempla el recorte de 7.500 empleos

Aunque la escisión de Ice Cream "es la ruta más probable", el gigante europeo propietario de marcas como Magnum, Cornetto y Ben & Jerry's ha señalado que se considerarán otras opciones con el fin de maximizar la rentabilidad para los accionistas. Las labores de separación comenzarán de inmediato y se espera llegar a su término para finales de 2025.

La compañía es propietaria de marcas como Magnum, Cornetto y Ben & Jerry's. / Redacción FRS
FOOD RETAIL & SERVICE

19 de marzo 2024 - 14:39

Unilever ha confirmado su intención de acelerar su plan de crecimiento mediante la separación del negocio de helados y el lanzamiento de un programa de productividad, que afectará a 7.500 empleados de la compañía. Según ha defendido la multinacional, "la junta considera que Unilever debería centrarse cada vez más en una cartera de marcas indiscutiblemente superiores con posiciones sólidas en categorías muy atractivas que tengan modelos operativos complementarios", informa Europa Press.

En este sentido, el gigante europeo de productos de consumo ha explicado que el negocio de helados (Ice Cream), propietario de marcas como Magnum, Cornetto y Ben & Jerry's, tiene un modelo operativo muy diferente y, como resultado, se ha decidido que la segregación sirve mejor para el crecimiento futuro tanto de Ice Cream como de Unilever.

La compañía aún no ha determinado la fórmula para esta separación, y aunque ha señalado que la escisión de Ice Cream "es la ruta más probable", también ha apuntado que se considerarán otras opciones con el fin de maximizar la rentabilidad para los accionistas. Las labores de separación comenzarán de inmediato y se espera llegar a su término para finales de 2025.

La separación de Ice Cream creará un negocio líder a nivel mundial, que operará en una categoría muy atractiva, con marcas que juntas generaron una facturación de 7.900 millones de euros en 2023. Como negocio independiente, tendrá flexibilidad operativa y financiera para hacer crecer su actividad, asignar capital y recursos en apoyo de la estrategia distintiva de la compañía.

Por su parte, Unilever pretende lograr, tras la separación, un crecimiento de las ventas subyacentes de medio dígito y una mejora modesta de los márgenes. "La junta está decidida a transformar a Unilever en un negocio de mayor crecimiento y mayor margen que brindará resultados consistentes a todas las partes interesadas", ha afirmado Ian Meakins, presidente de la multinacional.

La firma operará cuatro grupos empresariales en Belleza y Bienestar, Cuidado Personal, Cuidado del Hogar y Nutrición, con rutas complementarias de acceso al mercado y sistemas de I+D, fabricación y distribución, tanto en los mercados desarrollados como en la amplia presencia de Unilever en los mercados emergentes. El objetivo es continuar optimizando su portafolio dentro de estos cuatro grupos de negocio hacia espacios de mayor crecimiento y a través de marcas con alcance global o significativas.

Recorte de 7.500 empleos

Por otro lado, además de los cambios en la cartera, Unilever tiene la intención de lanzar un programa integral de productividad, impulsando el enfoque y un crecimiento más rápido a través de una organización más eficiente y responsable, posible gracias a la inversión en tecnología.

De acuerdo con las previsiones de la compañía, el programa generará un ahorro de costes total de alrededor de 800 millones de euros en los próximos tres años, lo que compensaría las consecuencias operativas estimadas que se deriven de la separación de Ice Cream.

Asimismo, se espera que los cambios propuestos afecten a alrededor de 7.500 puestos de trabajo en todo el mundo, predominantemente de oficina, con un coste por reestructuración estimado de alrededor del 1,2% de la facturación del grupo durante los próximos tres años.

La separación de Ice Cream en combinación con el programa de productividad anunciado garantizará que los recursos financieros y de gestión de Unilever se centren en sus marcas más sólidas, globales o escalables, según ha defendido la empresa, que espera contar con un margen estructuralmente mayor tras su implementación.

Competitividad "decepcionante"

Unilever tachó de "decepcionante" su competitividad, al dar a conocer este mes de febrero los resultados de la compañía en 2023, cuando obtuvo un beneficio neto atribuido de 6.487 millones de euros, que se traduce en una bajada del 15,1% respecto del resultado anotado en 2022.

En el conjunto del último ejercicio, Unilever alcanzó una cifra de ingresos de 59.604 millones de euros, el 0,8% por debajo del dato del año anterior, aunque en cifras subyacentes, que excluyen el impacto del tipo de cambio y las variaciones en el perímetro, los ingresos anuales aumentaron el 7%. De este incremento, la multinacional destacó que el 6,8% correspondió a incrementos de precio y el 0,2% al aumento en los volúmenes comercializados.

El consejero delegado de Unilever, Hein Schumacher, advirtió entonces que "el desempeño general debe mejorar" y destacó que el nuevo equipo de liderazgo estaba trabajando en la implementación del nuevo plan estratégico de la compañía, orientado a lograr un crecimiento de mayor calidad, aumentar la productividad y la simplicidad, y adoptar un fuerte enfoque en el desempeño.

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