El aceite de palma y la (lógica) confusión del consumidor
Unos dicen que su consumo es malo; otros afirman que no hay peligro. La ciencia debe dar aún muchas respuestas.
"El aceite de palma no provoca cáncer". El presidente de la Fundación Española del Aceite de Palma Sostenible, Roberto Torri, quiere en sus palabras ser igual de contundente que los mensajes "alarmistas" lanzados este año contra este ingrediente, que ha sufrido una "avalancha" de críticas que lo han puesto en una delicada situación. Unos dicen que su consumo es malo; otros afirman que no hay peligro. En los argumentos de unos y de otros hay intereses de por medio. Y en medio, también, está la confusión de los consumidores, que no saben a qué atenerse. Queda la sensación de que la ciencia debe dar aún muchas respuestas sobre este asunto...
Como ya os informamos en FoodRetail, la Fundación nació bajo el respaldo de empresas potentes como Ferrero, Unilever y Natra para "equilibrar" el debate generado en torno al aceite de palma y contrarrestar las "informaciones erróneas" que llegan a los consumidores. Efectivamente, desde la asociación hay cierto recelo contra el mensajero, léase los periodistas, que se quedan con "titulares llamativos" y no profundizan sobre la cuestión; y contra las redes sociales, elemento canalizador del "alarmismo" que se ha creado en la mente de los ciudadanos.
En una jornada celebrada en la sede de la Asociación de la Prensa de Madrid, la Fundación ha presentado multitud de datos que respaldan que el aceite de palma no es tan malo como muchos pintan. "En España el conocimiento sobre el aceite de palma es muy bajo y los datos de algunos informes que se han difundidos son, desafortunadamente, erróneos", dice Torri. El directivo señala que las empresas son las primeras interesadas en producir un aceite de palma sostenible y en ofrecer una alimentación segura a los consumidores: "Nadie puede pensar que nuestros productos son dañinos para la salud; si es así, las autoridades lo prohibirían. Queremos que la información que se transmite sea veraz".
Tiene razón la Fundación a la hora de denunciar que sobre el aceite de palma se ha dicho mucho en Internet y, en muchas ocasiones, de mala manera. Se han creado mitos, se han difundido en YouTube experimentos que no tienen nada de científico y se ha generado un alarmismo que hoy en día también están sufriendo otros productos como el azúcar o los huevos de gallinas enjauladas.
La ciencia
Lo cierto es que faltan datos y muchos estudios para saber realmente sobre la incidencia del consumo del aceite de palma y su relación con padecer cáncer. En esto están de acuerdo tanto sus detractores como sus defensores. "La ciencia es lenta y no puede dar respuestas inmediatas", comentan expertos convocados por la Fundación, los cuales coinciden en que la ingesta de alimentos con aceite de palma no es diaria y es, en todo caso, en cantidades inferiores a lo que generalmente recomiendan los organismos internacionales.
"No se puede analizar las consecuencias del consumo de aceite de palma de forma aislada, sin ver los patrones alimentarios de una persona así como sus hábitos de vida. El aceite de palma no está contraindicado en una dieta saludable siempre y cuando se ajuste al consumo de grasas y ácidos grasos que marcan las organizaciones", dicen los expertos de la Fundación.
Un informe de la Agencia para la Seguridad Alimentaria de la Unión Europea (EFSA) alertó a mediados del año pasado sobre el riesgo potencial del consumo de aceites vegetales y alimentos contaminados durante su procesamiento a altas temperaturas. Tras esto, llegó el lío. Sin embargo, no recomendó a los consumidores dejar de tomar aceite de palma y dijo que se necesitaba más estudios para evaluar el nivel de riesgo. De hecho, ninguna autoridad sanitaria, incluida la OMS, ha recomendado que no se consuma.
En España no hay datos concretos de cuánto aceite de palma consumen los ciudadanos. En Francia, por ejemplo, cada persona toma 2,7 gramos al día. Datos dados por la Fundación señalan que España importó entre 2014 y 2015 más de 930.000 toneladas de aceite de palma, siendo el 46% destinadas a biodiésel y el 54% restante a la cosmética y la alimentación. En 2014, en toda la Unión Europea se consumió 9 millones de toneladas de aceite de palma, siendo España el cuarto país más 'amante' de este ingrediente tras Holanda, Italia y Alemania.
Horacio González Alemán, ex director general de Fiab y asesor de la Fundación del Aceite de Palma Sostenible, ha hecho un llamamiento a la tranquilidad y a poner fin al alarmismo. En relación a la decisión de fabricantes y retailers de quitar el aceite de palma de sus productos, ha señalado que "cada uno tiene la política comercial que mejor considere, pero las decisiones hay que tomarlas desde la lógica y la evidencia científica, y ésta dice que el aceite de palma no provoca problemas de salud".
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