Preocupación y silencio ante el desafío soberanista catalán

Una persona deposita una papeleta en una urna electoral / Redacción FRS
A. GRADOS

13 de septiembre 2017 - 18:38

El desafío independentista en Cataluña ocupa la actualidad española: no hay día en el que no se hable del tema con vistas puestas al referéndum convocado el próximo domingo 1 de octubre. El sector del gran consumo, obviamente, no es ajeno a la situación y se observa el conflicto con cierta cautela. ¿Qué ocurriría si Cataluña se independiza de España? La incertidumbre política, económica y jurídica podría alcanzar cotas importantes y muchas empresas afincadas en Barcelona, Girona, Tarragona y Lleida podrían plantearse su futuro.

La CEOE se ha pronunciado este mismo miércoles sobre el referéndum "ilegal" del 1-O mostrando su "preocupación" por el impacto que puede generar en la confianza del mundo empresarial e inversor en Cataluña y en el resto de España.

En un escueto comunicado, la Confederación Española de Organizaciones Empresariales afirma que los empresarios siempre "están con la legalidad y por el cumplimiento estricto de las leyes y la Constitución española, así como la legislación internacional, especialmente de la Unión Europea, que son las mejores garantías de la seguridad jurídica imprescindible para la competitividad de las empresas".

"Apoyamos todas las acciones que se consideren necesarias llevar a cabo con el objetivo de hacer cumplir la legalidad vigente", añade la CEOE, que remarca la existencia de "un problema político de gran envergadura que debe afrontarse con la mayor urgencia posible y sentido constructivo para que no afecte a la convivencia social y prosperidad económica". "La no resolución afectaría negativamente a todos los ámbitos", concluye.

Desde el sector del gran consumo, asociaciones representativas como Aecoc, Asedas, Aces o Fiab no han querido pronunciarse sobre el desafío soberanista catalán. Empresas fabricantes consultadas por FoodRetail como Nestlé, Gallina Blanca o Europastry también han preferido no hacer valoraciones y no posicionarse, como es habitual, sobre temas políticos.

Dentro del retail, la multinacional Lidl, cuya sede en España se encuentra en Barcelona, señala que "permanece atenta a la evolución sociopolítica de todos los países" en los que está presente, manteniendo su enfoque en su estrategia comercial, "que no está vinculada a ninguna coyuntura política". "Respecto a la hipotética independencia de Cataluña, Lidl no se plantea ningún cambio mientras no se modifique el actual ordenamiento jurídico. Si eso se produjera, tomaríamos las medidas necesarias para garantizar el desarrollo de nuestro negocio en Cataluña y España, respetando el marco legal que quede establecido", afirman fuentes de la compañía.

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