Cuenta atrás para el regreso de la popular masa para empanadillas Buitoni, tras su misteriosa desaparición en los súper

Con una imagen completamente arraigada en el inconsciente colectivo, las obleas para hacer empanadillas de La Cocinera son un producto asociado como pocos a la tradición y a la infancia de una inmensa mayoría. Su envoltorio característico y reconocible, en colores azul y rojo con la imagen de una cocinera levantando una bandeja humeante, nos ha acompañado diríamos que desde siempre, incluso aunque hace ya casi una década que dejara de llamarse así y Nestlé comenzara a comercializar esta masa fina con forma circular bajo la marca Buitoni.

El caso es que la presencia de estas bolsitas ha sido siempre un clásico en los lineales de los supermercados y un básico en las cocinas españolas… hasta que desaparecieron hace unos meses, sin dejar rastro.

La luz de alerta se encendió allá por el mes de abril cuando, sin previo aviso, los consumidores comenzaron a notar su ausencia en todos los supermercados: "¿Dónde está la masa para hacer empanadillas, la de toda la vida?", se preguntaban. Y la respuesta es... pues no está. La alarma comenzó poco a poco a extenderse entre los consumidores, sobre todo en redes sociales, y la propia Nestlé, lejos de eludir la explicación, argumentaba en su perfil X (antes Twitter), con fecha 29 de abril, que la repentina desaparición se debía a "una falta de abastecimiento de harina que cumpla con nuestras especificaciones técnicas para garantizar las cualidades de nuestros productos". De hecho, esta carestía de la materia prima no solo afectaba a las arraigadas obleas, sino además a las minipizzas de Buitoni que Nestlé también comercializa.

La empresa justificó entonces, con estos problemas de abastecimiento, la necesidad de tener que suspender, de forma transitoria, su producción: "Hemos tenido que suspender temporalmente la fabricación y venta de nuestras obleas durante tres meses y Minipizzas Buitoni durante un mes", señalaron.

RESOLUCIÓN DEL MISTERIO... EN BREVE

La decisión no deja de ser llamativa, primero porque estamos hablando de una multinacional como Nestlé; y segundo porque, por el momento, no parece que los problemas de abastecimiento de harina estén afectando al resto de fabricantes y firmas, que han mantenido su producción con normalidad, y de hecho siguen suministrando a los supermercados obleas y masas de similares características.

Más allá de la supuesta desaparición anecdótica y temporal de un producto tan aceptado y demandado por los consumidores, la realidad es que han transcurrido siete meses y las icónicas obleas siguen sin estar disponibles, a día de hoy, en el canal de distribución: "Nos preguntan mucho por ellas los clientes, pero no sabemos qué pasa; solo sabemos que nos han dejado de venir", nos confirma la cajera de una cadena de supermercados al preguntar por la situación actual. Desde la propia empresa llegaron a afirmar después del verano que confiaban en que "este mes de octubre, tras la nueva cosecha de trigo, se pueda volver a fabricar con regularidad".

Aunque el deseado regreso a los puntos de venta no se ha producido aún, y su prolongada ausencia ha motivado todo tipo de teorías y despertado múltiples sospechas, estas podrían quedar despejadas en breve: Nestlé da por zanjado el tema al confirmar, tras la consulta realizada por este medio, que "hemos conseguido obtener una harina con las especificaciones técnicas requeridas, que nos permitirá recuperar el suministro de la Oblea Original Buitoni al mercado, con sus cualidades de siempre, en las próximas semanas".

Estaremos atentos a la resolución final del misterio y a la esperada reaparición de este icónico producto, tras más de 60 años de presencia en los lineales.