El gran consumo sube los precios en respuesta al alza de costes
Grandes compañías como Unilever, Procter & Gamble (P&G), Nestlé, Danone, Heineken o Coca-Cola toman esta medida en respuesta a las tensiones inflacionistas.
Multinacionales del gran consumo, entre ellas Unilever, Procter & Gamble (P&G), Nestlé, Danone, Heineken, Coca-Cola, Pepsico y Primark, y empresas nacionales del sector como Inditex o Deoleo han llevado a cabo ya subidas generalizadas de precios o advierten de que lo harán próximamente en un contexto marcado por las tensiones inflacionistas, con alzas del coste de las materias primas, entre ellas la energía, disparadas a raíz de la guerra de Ucrania.
En España, tras dos meses de fuertes ascensos, que llevaron a la inflación a situarse en marzo en el 9,8%, su tasa más alta en casi 37 años, el IPC bajó el 0,1% en abril en relación al mes anterior y recortó su tasa interanual 1,4 puntos, hasta el 8,4%, por el abaratamiento de la electricidad y las gasolinas, según los datos avanzados publicados por el Instituto Nacional de Estadística (INE).
A nivel europeo, según la primera lectura adelantada por Eurostat, la tasa de inflación de la zona euro subió en abril hasta un récord del 7,5%, una décima por encima del nivel observado en marzo, con una aceleración de los costes generalizada, al margen de la energía.
En este contexto, el gigante europeo de los productos de consumo Unilever respondió a las presiones inflacionistas con un alza del 8,3% de los precios en el primer trimestre, incluyendo una subida del 7,4% en la división de belleza y del 12,5% en la de hogar, mientras que los volúmenes comercializados cayeron el 1% en general en los tres primeros meses de 2022.
De hecho, el propietario de marcas como Frigo o Dove calcula que el incremento de los costes supondrá un impacto de unos 2.100 millones hasta junio que se acelerará a 2.700 millones en el segundo semestre, por lo que advirtió de que este periodo de inflación sin precedentes "obliga a tomar más medidas de fijación de precios", lo que tendrá algún efecto en el volumen.
Asimismo, la estadounidense Procter & Gamble (P&G), que elevó el 5% los precios entre enero y marzo, anticipaba un impacto negativo de 2.500 millones de dólares (2.317 millones de euros) por la subida de los costes de los productos básicos, elevando así en 200 millones de dólares (185 millones de euros) su previsión de hace tres meses.
NESTLÉ Y DANONE
En el sector alimentario, la compañía suiza de alimentación Nestlé respondió al aumento de los costes de los insumos implementando una subida de precios del 5,2%, la más intensa desde 2008, y advirtiendo de que en caso de ser necesario acometerá subidas adicionales.
El consejero delegado de Nestlé, Mark Schneider, defendió que la compañía ha incrementado los precios "de manera responsable" y adelantó que la inflación de costes sigue aumentando considerablemente, "lo que requerirá más fijación de precios y medidas de mitigación a lo largo del año".
En este sentido, la francesa Danone, el mayor fabricante mundial de yogures, que acometió una subida de los precios del 4,9% en promedio durante el primer trimestre, también advertía la semana pasada de que tras las primeras oleadas de fijación de precios en categorías y geografías, está lista para "más rondas si es necesario", en anticipación de subidas adicionales.
Asimismo, las presiones de costes también se han hecho notar en el primer trimestre en fabricantes de cerveza como Heineken, que incrementó el 18,3% sus ingresos por hectolitro gracias a subidas de los precios y el mayor protagonismo de marcas premium. Por su parte, la danesa Carlsberg registró una mejora de los ingresos por hectolitro del 13%, en gran parte gracias a las subidas de precios implementadas en varios mercados.
En el caso de Coca-Cola, en el primer trimestre llevó a cabo una subida en promedio del 7% de los precios, registrándose los mayores incrementos en Latinoamérica (19%) y Norteamérica (11%), mientras que en la región Europa, Oriente Próximo y África (EMEA) y en Asia Pacífico las subidas fueron del 6%.
La subida de precios acometida por PepsiCo en el mismo periodo fue del 10% en promedio, con alzas del 16% en Latinoamérica y del 11% en Europa, mientras que Frito-Lay y Quaker Foods subieron un 12% los precios en Norteamérica y un 8% PepsiCo Beverages North America.
DEOLEO Y EBRO
Otras compañías nacionales como Deoleo también han llevado a cabo un proceso de incremento de los precios de venta con el objetivo de reducir el impacto del aumento del coste de la materia prima.
Como consecuencia de la progresiva normalización de la situación sanitaria tras un 2020 "excepcional" y del impacto sobre el consumo de la subida de los precios en origen, esta compañía cerró el ejercicio 2021 con una reducción del 6% en sus volúmenes de ventas, también en línea con las previsiones.
La compañía ha destacado recientemente la fortaleza de sus marcas y su gestión, lo que le ha permitido traspasar parte de dicha subida de precios a los precios de venta y compensar parcialmente el impacto del alza de costes, realizando las acciones comerciales adecuadas para sostener la caída de los volúmenes inherente a esta situación.
Por su parte, Ebro Foods ha situado la inflación de costes para este ejercicio en 234,4 millones de euros, que se unen a la inflación ya soportada durante 2020 y 2021, si bien ha señalado que el actual contexto inflacionista no favorece la eventual necesidad de nuevas subidas de precios. "Vemos una fuerte oposición tanto de los distribuidores como de los consumidores, que vuelven a fijarse en el precio como variable muy importante en sus decisiones de compra", han señalado.
COMPETITIVIDAD Y UNIDAD
Fuentes del sector consultadas por Europa Press han señalado que en este contexto de tensiones inflacionistas hay que tratar de ser lo más competitivo posible y estar atentos a las tendencias de mercados y al comportamiento del consumidor, que tiene que recibir el impacto de la subida de precios lo más tarde o lo menos posible.
Las mismas fuentes han considerado necesario unidad para ser eficientes y ahorrar costes y han exigido al Gobierno medidas para afrontar el incremento de costes en la cadena agroalimentaria, aplazar medidas regulatorias que supongan un alza de los costes y bajar impuestos sobre el consumo.
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