Grefusa elevó su facturación hasta los 136 millones en 2021, el 5,8% más

Tras dos años marcados por el impulso de la venta de pipas, la compañía prevé recuperar el equilibrio en el resto de las líneas de negocio al tiempo que avanza en su nueva fábrica en Alcira (Valecia), con la que se adentrará en nuevas categorías de frutos secos.

Agustín Gregori, CEO de Grefusa / Grefusa
Food Retail & Service

28 de junio 2022 - 11:53

Grefusa, compañía familiar española de snacks y frutos secos, ha cerrado 2021 con un aumento de su facturación del 5,8%, alcanzando los 136 millones de euros. Un resultado que, tras el impulso adquirido en los dos últimos años en la categoría de pipas, permite a la compañía consolidar su posición en este segmento con sus marcas El Piponazo y Pipas G –que incluye las variedades Tijuana, Sal y Aguasal–.

Asimismo, el resto de las líneas de negocio también han registrado una recuperación de las ventas gracias al restablecimiento del canal Impulso, que ha supuesto el 45,8% de las mismas el pasado año.

"Asistimos con alegría a la recuperación de este canal y a la vuelta a la actividad de los pequeños comercios de barrio y de los autónomos que lo conforman", asegura Agustín Gregori, CEO de Grefusa. "A lo largo de 2021 hemos percibido la vuelta a la vida social en la calle y en el entorno laboral, entre otros, lo que ha compensado un 2020 complejo para el canal Impulso, la Hostelería y el Vending. Gracias a este cambio, en 2021 hemos podido diversificar y crecer en todos los canales", señala.

NUEVA FÁBRICA EN ALCIRA

Si 2020 fue el año en el que Grefusa reforzó el posicionamiento de sus tres marcas clave: Grefusa, que incluye todos los snacks entre los que se encuentran Papadelta o Gublins y las pipas; el maíz frito de MisterCorn; y la gama de horneados de Snatt’s, en 2021 la compañía inició la construcción de una nueva fábrica de frutos secos en Alcira (Valencia). La puesta en marcha de esta nueva factoría, prevista para finales de 2022, forma parte de la estrategia de eficiencia productiva de la firma y le permitirá adentrarse en nuevas categorías de frutos secos gracias a la instalación de líneas de producción innovadoras para la fritura, tostado, mezclado y clusterizado de los ingredientes.

La nueva planta productiva está construida para ser energéticamente eficiente y reducir así el consumo energético el 20% para 2023. Asimismo, disminuirá el consumo de agua y desperdicio alimentario, dado que cuenta con altos estándares de calidad y seguridad. "La innovación que hemos aplicado en este centro también nos permitirá generar menos residuos y menos CO2, en línea con nuestra política de dejar una huella positiva en nuestro entorno", comenta el CEO de la compañía.

"La nueva fábrica supone para nosotros un hito muy ilusionante que nos permite volver a los orígenes de Grefusa como distribuidor de frutos secos y tostador de cacahuetes", añade Gregori. "Gracias a ella, complementaremos la producción de la planta de Frutorra en Degracias (Portugal), reforzando nuestro posicionamiento en todos los segmentos del fruto seco con lanzamientos innovadores", apostilla.

INNOVACIÓN Y MEJORA DE PERFILES NUTRICIONALES

La apuesta por la innovación y la mejora de los perfiles nutricionales ha llevado a la compañía a poner en marcha proyectos en la elaboración de snacks como, por ejemplo, eliminar la producción con aceite de palma hace 20 años, el empleo de colorantes naturales en sus productos, la reducción del sodio o la rebaja de la sal el 15%.

Asimismo, durante el último año, en un plan conjunto con Intersnack, la organización ha superado la inspección AIB International, estándar de seguridad que pone el foco en la calidad de las instalaciones. Esta certificación se suma a la ISO 9001, pionera en el sector desde 1996, y a los sellos IFS y

BRC, los más altos estándares en calidad y seguridad alimentaria.

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