Producir huevos 'sostenibles' ya es posible
Una granja holandesa lo consigue a partir de energías limpias, gallinas blancas y una alimentación procedente de desechos.
¿Es posible comer huevos 'sostenibles'? Parece que ya sí, aunque con matices. La empresa avícola holandesa Kipster asegura haber producido el primer huevo sin emitir un sólo gramo de CO2 a partir de energías limpias, gallinas blancas y una alimentación procedente de desechos.
Ruud Zanders, uno de los cofundadores de esta compañía, ha explicado que hace tres años se propusieron "invertir en un nuevo concepto de granja, donde las gallinas produjeran el huevo más sostenible del mundo sin que el precio se disparara para el consumidor", informa la agencia Efe.
La granja, situada en el sur de Holanda, produce huevos de gallinas ponedoras blancas, de raza Leghorn, que son "más eficientes", según Zanders, puesto que "necesitan menos recursos y menos pienso que otras razas para producir la misma cantidad de huevos".
El uso de energías renovables ha sido otro factor determinante para conseguir este tipo de huevo. Para ello la firma cuenta con cerca de 1.100 paneles solares para abastecer de energía a la granja. El sobrante lo venden fuera.
Asimismo, la empresa ha aprovechado desechos de la industria alimentaria para el pienso de las aves, “a partir de excedentes de cosecha no aptos para el consumo humano y que nosotros sí podemos dar a nuestras gallinas, como cereal procedente de la industria del aceite vegetal", apunta Zanders.
¿El resultado final? Una reducción del 90% de las emisiones de CO2 de sus huevos, y el restante que pueden eliminar lo compensan "con inversiones en proyectos de energía solar y reforestación".
ALGUNAS LIMITACIONES
Sin embargo, no todos son parabienes a esta iniciativa. Aunque utilizar pienso creado a partir de residuos alimenticios es una buena opción, el científico Bram Bos, de la Universidad de Wageningen, advierte que tiene una limitación: "el volumen de desechos que haría falta para alimentar a todas las gallinas ponedoras es mucho más del que hoy está disponible", asegura, por lo que ahora no se puede pensar en una solución aplicable a toda la producción de huevos de un país.
Otra desventaja, en su opinión, tiene que ver con el precio: con un coste de entre 23 y 24 céntimos de euro, los huevos no contaminantes son un 50% más caros que los convencionales.
A este respecto, Ruud Zanders defiende que los huevos de su empresa son más baratos que los ecológicos porque éstos últimos utilizan maíz más caro y de buena calidad, algo que "es un contrasentido en una sociedad en la que mientras millones de personas mueren de hambre, nosotros damos de comer a nuestros animales con alimento apto para el consumo humano".
Tras el proceso de producción, el empaquetado de los huevos se realiza en cajas de fécula de patata, un material más sostenible que el cartón habitual, y estas se trasladan al centro de distribución de un supermercado que desde el pasado mes de octubre comercializa sus huevos en exclusiva en Holanda.
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