La planta de Nestlé en Viladrau, certificada por su uso responsable del agua
La fábrica ha disminuido el 90% las emisiones de CO2, así como el 15% el uso de agua desde 2010. Además, toda la energía eléctrica que consume la fábrica proviene de fuentes renovables y no genera residuos a vertedero desde el 2013.
La planta embotelladora de Nestlé en Viladrau ha sido reconocida con el estándar de la Alliance for Water Stewardship (AWS). Esta certificación mundial promueve el uso responsable del agua que beneficia a las comunidades locales de forma social y económica, al tiempo que garantiza la sostenibilidad ambiental de las cuencas hidrográficas.
Se trata de la primera certificación que recibe Nestlé en España y es fruto del trabajo llevado a cabo en los últimos años en la factoría que está centrado en realizar una gestión sostenible del agua; reducir el uso de plásticos y hacer que la actividad de la planta sea compatible con el cuidado del entorno y la biodiversidad, informa la compañía.
Además, en relación a la gestión sostenible del agua, a través de Nestlé Waters desarrolla la iniciativa 'Water Stewardship', programa que tiene como objetivo asegurar la gestión del agua de forma socialmente equitativa, medioambientalmente sostenible y económicamente beneficiosa. Para ello, la planta embotelladora mide de forma periódica su impacto.
Cabe destacar que la planta cuenta desde 2013 con el certificado de Gestión Forestal Sostenible otorgado por la Generalitat de Catalunya y también colabora con el Parque Natural y Reserva de la Biosfera del Montseny, espacio donde se encuentra situada la planta, con el objetivo de fomentar la conservación de los recursos hidrológicos de este entorno natural.
TRANSICIÓN ENERGÉTICA
Asimismo, la factoría ha desarrollado medidas para que su actividad sea compatible con el entorno. Para ello, promueve la transición energética a través de la descarbonización y la integración eficiente de las energías renovables como una de las bases para contribuir a un modelo productivo más respetuoso con el medio ambiente. La planta ya ha reducido el 18% el consumo energético, con respecto a 2010, y tiene como objetivo disminuirlo hasta el 25% para 2025. También en este período ha reducido el 15% el uso del agua. Además, desde 2014, toda la energía eléctrica que consume la factoría proviene de fuentes renovables.
La planta de Viladrau está trabajando en proteger la calidad del aire y minimizar el impacto de la huella de carbono y el efecto invernadero. Gracias a la labor desarrollada, ha reducido el 90% las emisiones de gases de efecto invernadero en la última década y pretende seguir disminuyendo dichas emisiones hasta su totalidad para 2025.
El compromiso medioambiental de la fábrica está también presente a nivel logístico. Así, desde hace casi un año la planta de Nestlé en Viladrau trabaja con un camión de gas natural licuado con el que se ha reducido hasta el 30% las emisiones de dióxido de carbono y hasta el 85% las emisiones de óxido de nitrógeno. Además, su utilización ha supuesto la eliminación de emisiones de partículas en comparación con el uso de combustible convencional, así como una importante disminución de la contaminación acústica, al disminui hasta la mitad el ruido que genera.
REDUCCIÓN DE PLÁSTICO
Por otra parte, desde el 2013, este centro productivo no genera residuos a vertedero, al valorizar aquellos que producen. Además, fomenta el reciclaje entre los consumidores a través de la educación con el objetivo de conseguir recoger, clasificar y reciclar las botellas PET consumidas mediante el sistema de recogida de residuos, para evitar que los envases acaben en el vertedero o como basura.
La división de aguas de Nestlé en España tiene como objetivo que todas sus botellas, que ya son 100% reciclables, contengan como mínimo un 50% de plástico ya reciclado para 2022. Por ahora, los formatos de 1, 1,5 y 5 litros de Viladrau ya se presentan en botellas realizadas con un 50% de rPET y totalmente reciclables y está previsto ampliar el portfolio de la marca en los próximos meses.
La compañía busca también optimizar el uso de plásticos e investiga sobre posibles alternativas. Para ello, Nestlé cuenta con el Instituto Nestlé de Ciencias del Embalaje, el primero de estas características de la industria alimentaria, que permite a la compañía acelerar sus esfuerzos para llevar al mercado soluciones de envases funcionales, seguras y respetuosas con el medio ambiente y abordar el desafío global de los residuos de envases de plástico.
Además, la empresa se ha comprometido a utilizar también plástico de origen biológico. Para ello, se unió a Danone, Pepsico y a la startup californiana Origin Materials con el fin de crear la NaturALL Bottle Alliance, que permitirá el lanzamiento de botellas de plástico PET fabricadas a partir de recursos 100% sostenibles y renovables y proyectará otros nuevos materiales de base biológica.
Nestlé ha formado también una sociedad global con Danimer Scientific para desarrollar una botella reciclable y biodegradable en entornos marinos y se ha unido al consorcio fundado por Carbios y L’Oréal para apoyar la primera tecnología mundial de reciclaje de plásticos utilizando enzimas.
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