Estos son los retos que afrontará la carne de vacuno
Anafric reúne a las principales comercializadoras de canales de vacuno para analizar los desafíos del sector dentro y fuera de España.
Desde la crisis de las vacas locas, el sector de carne de vacuno no presentaba desafíos tan profundos como los que tiene en estos momentos y que deberá afrontar de manera decisiva en los próximos dos años. Esta ha sido una de las principales conclusiones a las que ha llegado el Grupo de Vacuno de Anafric tras una reunión en Barcelona en la que participó también el secretario general de la Unión de Comerciantes de Ganado y de Carne de Europa (UECBV), Jean-Luc Mériaux.
En este marco, se pusieron de relieve los principales retos para el sector. El primero de ellos es el Brexit. Mériaux recordó que lo único que sabemos a día de hoy es que en 2019 el Reino Unido dejará de ser un Estado miembro de la Unión Europea, y que como mucho "hasta 2020 será tratado como un Estado miembro más, pero debemos evitar a toda costa que haya controles en frontera entre ambos territorios”, porque un Brexit traumático significa adoptar las normas de la OMC para los intercambios con aranceles de por medio, y una buena parte de las 250.000 toneladas que Irlanda vende al Reino Unido van a tener que ser absorbidas por el resto de países de la Unión". Los negociadores del equipo del artículo 50 ya avisaron a la UECBV: “prepárense para lo peor”, porque vamos a tener que competir con la carne de Irlanda, Polonia y del Mercosur.
Las principales consecuencias en el mercado incluyen un aumento de la autosuficiencia de carne en la UE desde el 102% (con 28 Estados miembros) al 116% (UE-27). Además, se prevé una caída de precios al productor que será de -8,8% a corto plazo y de -5,5% a largo plazo. El "colapso del mercado de la carne de vacuno", que se estima en una pérdida de 2.400 millones de euros, será notorio en todos los países de la Unión.
Sin embargo, los negociadores pueden poner soluciones sobre la mesa que busquen mitigar los efectos del Brexit. Por ejemplo, un periodo transitorio, acuerdos de equivalencia con convergencias legislativas o aumentar el acceso a otros mercados.
Por su parte, un segundo reto fundamental son las negociaciones con Mercosur, que se iniciaron en 1995. Aún están en proceso y se espera un acuerdo político para abril. Sin embargo, de momento no se ha llegado a una solución para la carne de vacuno. Este producto es el "único interés ofensivo" que tienen en común todos los Estados miembros del Mercosur, que piden un contingente de más de 100.000 toneladas de carne de vacuno, mientras que los intereses ofensivos de la Unión Europea están en sectores como el motor, productos transformados, productos con DOPs o IGPs (aceites de oliva, vinos), productos lácteos, servicios marítimos y contratación pública.
Así, se hizo hincapié en que ambas situaciones se van a presentar de manera simultánea y significarán un gran superávit de carne de vacuno, con la consiguiente bajada de los precios en origen, bajada de la producción y, finalmente, un posible gran abandono de la actividad.
ALGUNAS SOLUCIONES
Sin embargo, también se apuntaron algunas posibilidades de mitigar estos efectos. Los mercados exteriores seguirán siendo para este sector la vía de escape y la herramienta que asegure su continuidad y su buen estado de salud. Y los nuevos Acuerdos de Libre Comercio serán claves para poder mantener el balance comercial de carne de vacuno.
En este sentido, la Comisión Europea ha adoptado una nueva estrategia de negociación: si no se levantan las barreras sanitarias no se inician las negociaciones. Además, el papel de los Estados miembros es fundamental para culminar las negociaciones y acordar modelos de certificado de exportación, ya que los operadores del sector esperan poder entrar en mercados prometedores como Japón, Corea del Sur y China.
Otro de los retos a los que el sector se enfrenta son las expectativas del conjunto de la sociedad en aspectos tan sensibles como el bienestar de los animales, los aspectos medioambientales y los estilos de vida saludable. En este sentido, deberá ser consciente de que debe invertir en proyectos de investigación y comunicación.
Por lo que respecta al bienestar animal, ya se han tomado iniciativas, como la participación en la Plataforma Europea del Bienestar Animal, en la que la UECBV tiene una representación a través de un experto español. En cuanto a los aspectos medioambientales, el principal motivo por el cual el sector debe proporcionar recursos a proyectos de sostenibilidad radica en el hecho de que en un futuro no muy lejano los operadores deberán comunicar al consumidor el impacto en términos de emisión de CO2 de sus productos, y más tarde habrá gravámenes en función de la huella de carbono.
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