El sector alimentario se enfrenta a los impagos, retrasos y cancelaciones
A ello se suman las dificultades para hacer negocios en el extranjero generadas por las restricciones de movilidad ligadas al Covid-19. Pouey International ofrece consejos para gestionar los riesgos en el sector.
"En los próximos meses podrían producirse más impagos, retrasos o cancelaciones de pedidos en el sector alimentario. Muchos de estos problemas van ligados a las dificultades actuales que padece el canal Horeca, del que dependen muchas ventas del sector". Así lo asegura Pierre Lemarquier, director de Operaciones de Pouey International.
Esta compañía recuerda que a ello hay que sumar las dificultades para hacer negocios en el extranjero generadas por las restricciones de movilidad ligadas al Covid-19. Y es que las exportaciones de alimentos y bebidas españoles se han visto ya seriamente afectadas por la pandemia y se prevé que puedan caer entre el 6% y el 11% en 2020 y situarse en 28.690 millones de euros, según datos de la Federación Española de Industrias de Alimentación y Bebidas (Fiab).
Pese a esta situación adversa, hay señales para el optimismo, asegura Pouey International. Según datos extraídos de la encuesta realizada por esta firma a 51 pymes exportadoras del sector agroindustrial, las oportunidades de ventas adicionales suman unos 85 millones de euros pendientes de realizarse, lo que equivale a un promedio de 1 a 2 millones de euros por empresa. Lemarquier explica que se trata de "ventas transfronterizas a Europa y dentro del complejo contexto sanitario y comercial existente".
CONSEJOS PARA LA GESTIÓN DEL RIESGO
Así, el análisis de esta firma especializada en información comercial señala que en estos tiempos de incertidumbre económica las empresas agroalimentarias deben tener en cuenta tres factores clave a la hora de exportar:
1.- Elegir a los clientes adecuados (compradores/importadores).
2.- Disponer de una garantía financiera (seguro de crédito) que cubra los impagos
3.- Si se puede, también financiar el circulante, cuidando la propia tesorería.
La gestión del riesgo en las operaciones de exportación es fundamental para garantizar la "tranquilidad y el equilibrio" de las empresas exportadoras, señala. Tanto si se dispone de un negocio local que quiere expandirse al extranjero como si se trata de una gran compañía enfocada en las exportaciones, dar respuesta a la pregunta inicial pasa por aliarse con una aseguradora que sea capaz de "valorar la solvencia de los clientes y proveedores, y de anticipar el posible riesgo" que conllevaría trabajar con ellos, señala Pouey International.
"Si bien las pymes de este sector conocen a los agentes locales, sí les cuesta identificar los riesgos reales que conlleva colaborar con un cliente transfronterizo", señala Lemarquier. Suministrar informes comerciales y financieros creíbles de los compradores extranjeros a los exportadores españoles del sector alimentario puede evitarles elegir clientes poco fiables, indica la compañía.
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