El giro de Just Eat: de los números rojos a dar beneficios

La compañía dedicada al reparto de comida a domicilioJust Eat cerró el ejercicio 2018 con 'números negros', tras registrar un beneficio neto atribuido de 82,7 millones de libras (96,1 millones de euros), frente a las pérdidas de 102,7 millones de libras (119,3 millones de euros) contabilizadas en el ejercicio precedente, según ha informado la firma.

La facturación entre enero y diciembre del año pasado creció un 42,6%, hasta 779,5 millones de libras (905,7 millones de euros). Por áreas geográficas, Reino Unido se mantuvo como el principal mercado de la compañía, tras registrar una facturación de 385,6 millones de libras (448 millones de euros), un 26,9% más, mientras que los ingresos en Canadá se multiplicaron casi por tres, hasta los 177,9 millones de libras (206,7 millones de euros).

De su lado, las ventas en el resto de países europeos avanzaron un 33,5%, hasta situarse en 171 millones de libras (198,7 millones de euros), pero las generadas en Australia y Nueva Zelanda se mantuvieron estables en 46,7 millones de libras (54,2 millones de euros).

Con respecto a los gastos, los costes asociados a las ventas crecieron un 125%, hasta situarse en 216,9 millones de libras (252 millones de euros), mientras que los gastos administrativos descendieron un 13,4%, hasta los 452,3 millones de libras (525,6 millones de euros).

Durante el año pasado, Just Eat sumó casi cinco millones adicionales de clientes, hasta los 26,3 millones, cuyo pedido medio se situó en 19,05 libras (22,13 euros).

De cara a 2019, la compañía esperar seguir incrementando su facturación y cerrar el año con unas ventas situadas entre los 1.000 y los 1.100 millones de libras (entre 1.162 y 1.278 millones de euros). "Tenemos un plan claro para este año a medida que nuestro equipo experimentado acelera la ejecución de nuestra estrategia y se mantiene centrado en lograr rendimientos a largo plazo para nuestros accionistas", ha apostillado el consejero delegado de la firma, Peter Duffy.