Lactalis no quiere dilatar el cierre de la planta de Lauki en Valladolid
Primera reunión con los empleados. Podría ejecutar de forma unilateral su plan si los trabajadores "se mantienen en bucle".
El cierre de la planta de Lauki en Valladolid ha vivido un nuevo capítulo después de que Lactalis y los trabajadores se reunieran por primera vez para iniciar las negociaciones, que se mantendrán, según parece, varias semanas.
Según han señalado los sindicatos, la empresa podría ejecutar de forma unilateral su plan de cierre si los empleados "se mantienen en bucle". José Manuel González, presidente del Comité de Empresa, ha señalado a la agencia Europa Press que Lactalis ha planteado la posibilidad de convocar directamente una comisión representativa de los trabajadores para una ronda de consultas informales de cara al cierre en caso de que entienda que los trabajadores actúan "de mala fe" para alargar las negociaciones.
Según González, este mensaje trasladado por la empresa es una "amenaza" para evitar que se dilate el proceso. Para los empleados de Lauki, la fábrica de Valladolid es "viable" y no existen razones objetivas para su cierre.
Al parecer, en esta primera reunión no se ha abordado ningún plan social para los trabajadores afectados, puesto que los sindicatos no se plantean que la planta cierre. Un segundo encuentro podría producirse la semana que viene, aunque aún no se ha concretado la fecha.
La empresa no ha hecho valoraciones sobre esta primera reunión con los trabajadores y se mantiene centrada en continuar con el proceso. En su primer y único comunicado al respecto, a principio de marzo, justificó el cierre de la planta tras haberse visto "impactada en mayor medida por el descenso continuado de ventas de la marca Lauki, el estancamiento de la demanda de leche pasterizada así como la pérdida de producción de marcas de distribuidor que venía fabricando para el mercado portugués".
En la fábrica de Lauki en Valladolid trabaja un centenar de personas y de ella dependen decenas de ganaderos castellanoleoneses que entregan a la firma su producción diaria. Este pasado fin de semana, trabajadores de la fábrica repartieron 2.000 litros de leche en señal de protesta contra el anuncio del cierre. A gritos de "Lauki no se cierra" y con pancartas en las que se podía leer 'Lactalis, sobráis, arruináis lo que compráis' decenas de trabajadores y sus familias mostraron su indignación.
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