El 50% del ahorro por la rebaja del IVA a los alimentos va para las rentas más altas, según estudio
Cinco de cada diez euros que se dejaron de recaudar fueron a parar al 40% de hogares con mayor capacidad económica
El 1 de enero de 2023 entró en vigor la reducción del IVA de los alimentos de primera necesidad del 4% al 0%; y otros alimentos básicos (como la pasta cruda o el aceite) pasaron del 10% al 5%. A diferencia de lo que ha ocurrido en otros países, la rebaja del IVA se trasladó en su inmensa mayoría (más del 90%) a los precios finales entre enero y febrero, al menos en las grandes superficies, según ha comprobado el Centro de Políticas Económicas de Esade (EsadeEcPol).
Según se desprende del informe ‘La reducción del IVA en los alimentos básicos: evaluación y recomendaciones’, elaborado por la entidad, cinco de cada diez euros que se dejaron de recaudar fueron a parar al 40% de hogares con mayor capacidad económica. Es decir, destina un mayor gasto público agregado (en euros que se dejan de ingresar por IVA) para las familias de más renta.
El impacto redistributivo de la medida es progresivo porque supone un ahorro mayor para los hogares de renta baja en proporción a su gasto total. Sin embargo, a medida que aumenta la capacidad económica del hogar, el gasto en alimentos como frutas, verduras, pan y queso también aumenta.
El estudio concluye así que el 50% de los ingresos que han dejado de entrar en las arcas públicas han supuesto un ahorro para los hogares de los cuatro deciles superiores de la distribución. Sin embargo, la medida ha sido progresiva si se mide su impacto como porcentaje del gasto de los hogares. Desde EsadeEcPol señalan que el impacto total de esta medida es modesto en comparación con el tamaño del shock inflacionario.
Desde el centro de estudios reconocen que el análisis tiene algunas limitaciones que es importante considerar. En primer lugar, los datos se limitan a los precios en internet de tres grandes cadenas de supermercados y no cuentan con información de los precios de estas mismas cadenas en sus tiendas físicas, ni los de otros establecimientos de menor tamaño, que podrían haber reaccionado de manera diferente a la misma rebaja impositiva. “En el futuro, sería deseable realizar un análisis más extenso que incluya datos de precios de otros establecimientos“, apuntan.
Además, el análisis realizado se enfoca en el corto plazo, ya que solo hay datos de los dos meses posteriores a la aplicación de la medida. Además, se reconoce que los productos que se utilizan para simular cómo hubieran evolucionado los precios de los productos afectados por la rebaja del IVA son limitados en número y variedad.
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