Los fermentados: una 'moda', pero también un negocio

El kombucha y el kéfir son los fermentados probióticos que más atención y crecimiento están teniendo, según un estudio de Lantern.

Los productos fermentados son una tendencia "muy relevante" / Archivo
Redacción

30 de mayo 2018 - 13:08

Los productos fermentados son el nuevo foco de atención para el sector de la alimentación. Así lo pone de relieve el estudio Redescubriendo los fermentados. Entendiendo el poder de los alimentos vivos, presentado por la consultora Lantern.

Desde el punto de vista del sector de la alimentación, el mercado está viendo un crecimiento tanto en la venta de alimentos y bebidas fermentados como en el lanzamiento de nuevos productos. Si en 2002 se lanzaron al mercado 100 productos probióticos a nivel mundial, en 2016 se presentaron 1.800 y en 2017 casi un 2% de los nuevos productos a nivel global contenían probióticos.

Entre los lácteos, destaca el kéfir, con un crecimiento exponencial en el número de lanzamientos, sobre todo en países del este de Europa y EE UU

Entre los lácteos, destaca la categoría del kéfir y se espera que alcance los 2 billones de dólares (1,7 millones de euros) en 2023, con un crecimiento exponencial en el número de lanzamientos, especialmente en los países del este de Europa y Estados Unidos.

Como producto destacado en cuanto a su potencial, habría que añadir el kombucha, que, por su nivel de ventas a nivel mundial, es considerada la bebida funcional con mayor crecimiento y de la cual se espera un crecimiento global de entre el 15% y el 25% hasta 2021.

El análisis aborda las razones por las que esta tendencia es "muy relevante": sus capacidades funcionales para el cuidado de la salud, el crecimiento del consumo de vegetales en la dieta (casi un 8% de la población se define vegano, vegetariano o flexitariano según el estudio The Green Revolution de Lantern), la búsqueda de nuevos alimentos y sabores, el boom de la gastronomía asiática, el interés de la comunidad científica en el estudio del microbioma durante la última década y el potente storytelling alrededor de estos productos milenarios.

LA APUESTA DE LOS GRANDES

El estudio recuerda que, desde que el mundo de las startups detectó el potencial de estos alimentos y bebidas por sus beneficios para la microbiota, grandes compañías internacionales de alimentación y dedicadas a la investigación de enfermedades están invirtiendo en estos nuevos modelos de negocio. Las grandes multinacionales son conscientes de las múltiples posibilidades alrededor de los fermentados y los probióticos y ya están apostando por este tipo de productos en otros mercados.

Así, empresas como Red Bull, Coca-Cola o General Mills trabajan, por ejemplo, con verduras o bebidas fermentadas en aquellos países en los que estos productos son parte de la cultura o la gastronomía local ya que esto les facilita la introducción de nuevas marcas de bebidas tradicionales.

"En los próximos años veremos con naturalidad que en los lineales de los supermercados entren marcas de kombucha"

Según Jaime Martín, socio fundador y director general de Lantern, "en los próximos años veremos con naturalidad que en los lineales de los supermercados entren marcas de kombucha. El camino ya lo están recorriendo pequeñas pero interesantes propuestas como las de Ferment9, Komvida o Bio Kombucha".

Sin embargo, el amplio abanico de posibilidades de los alimentos y bebidas fermentados tienen un freno importante a nivel regulatorio: a día de hoy, en Europa, la EFSA no permite el uso del término 'probiótico' en ningún producto de alimentación comercializado. Sobre este aspecto, Martín puntualiza: "Es importante que el consumidor sepa cuándo está consumiendo un producto con propiedades probióticas y cuándo no, ya que, si la categoría no se construye correctamente y se inunda el mercado con productos que no son fieles al espíritu original, habremos perdido una oportunidad muy relevante".

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