El atún tropical sostenible necesita a la distribución
La flota atunera pide la implicación del sector. Cree que 2018 y 2019 serán "un punto de inflexión" en la pesca de esta especie.
La flota atunera española, agrupada en la Organización de Productores Asociados de Grandes Atuneros Congeladores (Opagac), ha pedido la implicación del canal de distribución para lograr la sostenibilidad del atún tropical. En este sentido, apunta a la capacidad del consumidor final de poder elegir un producto respaldado por un certificado de sostenibilidad fiable.
Esta entidad señala igualmente que tanto este año como el próximo serán un "punto de inflexión" para la pesquería de atún tropical y recuerda que es una de las más castigadas por la injerencia de flotas ilegales en todo el mundo. De hecho, según datos de la FAO, actualmente la pesca ilegal mueve un negocio mundial de entre 9.000 y 23.000 millones de dólares (7.307 y 18.674 millones de euros), de los que un alto porcentaje corresponde a esta pesquería.
En este contexto, el modelo de pesca de la flota española de atún tropical comienza a ser considerada un referente por parte de los principales foros internacionales dedicados a la erradicación de malas prácticas, debido fundamentalmente a que es el único del mundo que contempla las condiciones sociolaborales a bordo como parte de la sostenibilidad de la actividad, informa Europa Press.
La organización ha recordado que Eroski se comprometió en 2017 a que todo el atún utilizado para la elaboración en conserva de cualquier marca comercializada en su red proceda de flotas sostenibles. Sin embargo, apunta que si bien otras empresas de la distribución muestran interés por suministrar a sus clientes productos que tengan garantías sociales, en la actualidad los certificadores de pesca no contemplan este aspecto en sus principios de sostenibilidad. Es el caso de las ecoetiquetas de la Marine Stewardship Council (MSC).
UNA AUDITORÍA MÁS EXIGENTE
Opagac considera "insuficiente" que la garantía del respeto a estos derechos sociolaborales descanse en una "mera autodeclaración" por parte de las flotas, como inicialmente propuso MSC, y defiende el modelo de auditoría por parte de una tercera parte externa.
La organización española puso en marcha su norma de atún de pesca responsable en 2015, en colaboración con la Asociación Española de Normalización y posteriormente, Aenor desarrolló un esquema de certificación.
En junio de 2017 certificó a 39 buques de su flota, a los que sumó siete más en diciembre de ese mismo año, alcanzando un total de 46 atuneros certificados. Con ello, la totalidad de las capturas de atún tropical de la flota española (400.000 toneladas), que representan el 8% del volumen mundial, cuentan con la garantía de ser una actividad pesquera "respaldada por las mejores prácticas" en una triple vertiente: socioeconómica, medioambiental y de control.
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