Baja el consumo de fruta en los ocho primeros meses del año
Sin embargo, se recupera el consumo de hortalizas, con un 2,5% más, según datos del Mapa.
El consumo de frutas en los hogares de enero a agosto de 2018 descendió un 3%, totalizando 2.795 millones de kilos, con descensos de un amplio abanico de frutas como naranja (-1%), manzana (-8%), melón (-2,6%), sandía (-11,5%), y las frutas de hueso, con un 15% menos en el caso del melocotón, un 2,5% menos en albaricoque y un 27% en ciruela, según datos del Panel de Consumo Alimentario del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (Mapa). También retrocede la uva, el kiwi y el limón. Crecen mandarina, plátano, cereza y fresa.
Asimismo, la patata ha registrado un continuo retroceso en la demanda de los hogares, con un 4% menos y 614 millones de kilos en el periodo analizado, mientras que el conjunto de las hortalizas crece, un 2,5%, totalizando 1.746 millones de kilos, destacando el mayor consumo de tomates, con 409 millones de
kilos (+1,8%), cebollas con 214 millones de kilos (+1%) y pimientos con 144 millones de euros (+6%).
El gastose ha incrementado en el conjunto del sector hortofrutícola, con un 3% más y 7.823 millones de euros. El de frutas subió un 4,2%, totalizando 4.296 millones de euros y el de hortalizas un 2%, situándose en 3.064 millones de euros, mientras que el gasto en patata ha retrocedido hasta 463 millones de euros (-3%). Por su parte, el consumo per cápita se situó en 167 kilos, de los que 90,3 kilos corresponden a frutas, 56,2 kilos a hortalizas y 20,5 kilos a patata.
PREOCUPACIÓN EN EL SECTOR
Según la Federación Española de Asociaciones de Productores Exportadores de Frutas y Hortalizas (Fepex), el descenso del consumo de frutas y hortalizas es una constante de los últimos años, lo que genera "preocupación" en el sector.
Los últimos datos, además, se enmarcan dentro de un descenso generalizado de la demanda de alimentos en los hogares. Y es que las últimas cifras de citado panel que analizan el año móvil entre septiembre de 2017 y agosto de 2018, demuestran que los hogares compraron un 0,3% menos de alimentos mientras que el gasto creció un 1,9%.
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