Nuevas normas para que los supermercados incentiven la lucha contra el desperdicio
Estos establecimientos podrán rebajar productos sin mostrar el precio anterior como medida frente al desperdicio, según el cambio legislativo avanzado por el ministro de Consumo Alberto Garzón.
La lucha contra el desperdicio alimentario es una batalla en la que también se está implicando el retail alimentario. Pues bien, el ministro de Consumo, Alberto Garzón, ha anunciado un cambio legislativo que permitirá a los supermercados rebajar el precio de productos perecederos sin mostrar el importe de venta anterior, como medida para incentivar las promociones y luchar contra este problema que supone la pérdida de 31 kilos de comida por persona al año.
Esta modificación, que ha sido bien recibida por el sector, formará parte de la ley para la mejora y modernización de las normas de protección de los consumidores que se está tramitando. En ella, se incluirá también, por primera vez, un régimen sancionador contra los fraudes, incluyendo las reseñas falsas, la reventa de entradas compradas por bots o la publicidad encubierta en redes. Las sanciones podrán alcanzar el millón de euros y ocho veces el beneficio ilícito, recoge Europa Press.
La normativa actual obliga a los supermercados a que indiquen el importe rebajado junto al precio mínimo que el producto haya tenido en el mes anterior. Según Consumo, esa exigencia supone un desincentivo para bajar el precio de productos perecederos porque afecta a futuras promociones cuando se acerca la fecha de caducidad.
UN DESPERDICIO "INSOSTENIBLE"
El ministro ha calificado de "insostenible social y ambientalmente" el nivel de desperdicio alimentario en España y ha recordado que los elevados datos implican un incremento de las emisiones de gases de efecto invernadero y repercuten en la seguridad alimentaria, en la disponibilidad de alimentos y en su coste. Por ello, ha apostado por la adopción de "enfoques integrados" para reducir la pérdida y el desperdicio de alimentos.
En este sentido, Garzón ha apuntado a medidas de escala mundial y local para aprovechar al máximo los alimentos producidos y ha planteado la necesidad de incorporar tecnologías, soluciones innovadoras, nuevas formas de trabajar y buenas prácticas para gestionar la calidad de los alimentos y reducir las pérdidas.
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