En España se desperdician 7,7 millones de toneladas de alimentos al año

La lucha contra el desperdicio alimentario sigue siendo una prioridad para gobiernos y empresas, en especial del sector del gran consumo. A este respecto, cabe recordar que en España se desperdician 7,7 millones de toneladas de alimentos anuales, lo que equivale a 250 kilos de alimentos al segundo, a la vez que seis millones de personas sufren pobreza alimentaria en el país por falta de recursos y más de 800 millones de personas pasan hambre en el mundo.

Así lo señalan diez organizaciones sociales que han pedido a los partidos políticos que se comprometan en la lucha contra esta lacra en sus programas para las próximas elecciones municipales y autonómicas del 28 de mayo.

Coincidiendo por la tramitación del proyecto de Ley de Prevención de las Pérdidas y el Desperdicio Alimentario, que debe aprobar el Pleno del Congreso, las entidades se han unido para reclamar a los políticos actuaciones urgentes que impliquen a las comunidades autónomas y a los municipios. "Este reto no puede pasar desapercibido en las próximas elecciones", han subrayado.

Han suscrito el llamamiento la empresa Too Good To Go y diez entidades: Asociación Desperdicio Cero, Manos Unidas, Red Alimenta, Refood España, Asociación Región de Murcia Limpia, Fundación Residuo Cero, Fundación Social Fooding, Teachers for Future Spain, Fundación Vida Sostenible y World Vision.

Además, han recordado que el dictamen que ya ha aprobado la Comisión de Agricultura, Pesca y Alimentación del Congreso reconoce precisamente el "importante papel" de las comunidades autónomas a la hora de planificar y dar seguimiento al cumplimiento de la ley.

USO INEFICIENTE DE RECURSOS

Las entidades han recalcado que se trata de un "problema medioambiental que conlleva un uso ineficiente de recursos en todo el territorio: el desperdicio de alimentos representa el 10% de las emisiones de gases de efecto invernadero".

Por ello, han planteado que los programas electorales incluyan el compromiso de aprobar una estrategia de desperdicio alimentario en la que se incluyan objetivos específicos de reducción hasta el año 2030 por parte de todos los agentes de la cadena alimentaria, que sean "medibles y cuantificables".

Asimismo, han propuesto la incorporación del desperdicio alimentario en los contenidos curriculares y en la formación y actividades del conjunto de la comunidad educativa (equipos directivos, profesorado, familias, personal laboral, contratas, entre otros).

Respecto a los municipios, las organizaciones han reclamado el apoyo a los establecimientos y a las organizaciones que implementen acciones frente al desperdicio de alimentos (venta de imperfectos, gestión de excedentes, venta más barata en la cercanía fecha de caducidad o consumo preferente en supermercados).

"El desecho de residuos debe ser la forma más cara de gestionar los excedentes de alimentos, por lo que será necesario implementar medidas dirigidas a ayudar a aquellos que destinan tiempo y recursos a combatir el problema", apuntan estas entidades.