La OCU critica el Etiquetado Nutricional Evolucionado
Hace unos días, os informábamos sobre el sistema de etiquetado ENL (Etiquetado Nutricional Evolucionado) presentado por grandes multinacionales como Nestlé, Unilever, Mondelez, Coca-Cola y PepsiCo. Pues bien, la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) ha mostrado ahora su preocupación a la Aecosan sobre cómo se está desarrollando este sistema basado en el tamaño de las porciones. En su opinión, "no cumple" con los requisitos definidos en el reglamento de la UE sobre información nutricional adicional, "ni es útil" para que los consumidores puedan elegir alimentos más saludables.
La organización ha apoyado durante mucho tiempo la introducción de un esquema europeo de etiquetado nutricional obligatorio denominado 'front-of-pack', basado en la codificación por colores. Sin embargo, al no ser obligatorio por el momento, la legislación de la UE permite a los Estados miembros introducir sus propios esquemas.
Así, alerta de que en España "se están desarrollando esquemas, diseñados por operadores de la industria o por autoridades nacionales, que no cumplen con los requisitos legales" establecidos en el Reglamento de Información Alimentaria, como la ENL, propuesta por las citadas cinco multinacionales de alimentos y bebidas.
En este sentido, considera que dicho sistema "busca adaptar la etiqueta nutricional del semáforo del Reino Unido de tal forma que el código de color para porciones más pequeñas, dependerá de criterios más indulgentes que aquellos de las porciones más grandes o por 100 gramos".
"CRITERIOS UNIFORMES"
La OCU explica que respalda el código de colores, "siempre y cuando estén basados en criterios uniformes para ayudar a los consumidores a descifrar la información nutricional con mayor facilidad". Sin embargo, la organización cree que el código de colores basado en el tamaño de las porciones, tal y como lo proponen estas compañías de la industria alimentaria, "inducirá a error" a los consumidores, ya que no podrán comparar fácilmente diferentes productos si los colores del esquema pueden variar cuando se usan para porciones más grandes o más pequeñas. Además, los tamaños de las porciones que actualmente asignan las propias empresas "suelen ser poco realistas", asegura.
Según la entidad, el propio modelo realizado por las empresas muestra que el efecto principal de la ENL es que, para porciones de menos de 50 gr, el número de 'rojos' para grasa, azúcar y/o sal "tiende a disminuir significativamente" en comparación con el esquema de semáforo original del Reino Unido. "Además, no hay evidencia que demuestre que ENL aliente a los consumidores a comer porciones más pequeñas, sino todo lo contrario", apostilla.
Aun así, las compañías han anunciado su intención de probar su esquema en Europa desde finales de 2018 hasta finales de 2020 para recopilar información sobre los consumidores. Sin embargo, la OCU recuerda que solo se necesitaron diez semanas para que el estudio dirigido por el gobierno francés sobre el sistema NutriScore generara una sólida base de evidencia de que funciona.
Por ello, la organización muestra su "preocupación" por que se permita el uso del esquema ENL durante dos años en Europa, antes de asegurarse cuál podría ser el resultado, "ya que no ha demostrado pruebas sólidas de efectividad, y sin embargo tiene un gran potencial para engañar a los consumidores", insiste.
En suma, cree que los esquemas de etiquetado nutricional simplificados que no cumplan con los criterios establecidos en la legislación de etiquetado de alimentos "no deberían permitirse en el mercado".
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